II Copa Polonio. Partido 22

El reparto de puntos deja a Deportivo Araña a las puertas del título.

Tenía ganas Peri de volver a jugar la Copa Polonio aún sabiendo que había jornada de Redes por la noche. El hombre, con más moral que el Alcoyano, llegó a solicitar la disputa de dos partidos seguidos para intentar recortar diferencias y darle emoción a la Copa Polonio. Y tantas ganas como para jugar dos partidos no, pero sí que había bastantes después del lluvioso fin de semana anterior. Así pues, a las 16:30 horas (mejor dicho 16:40), con los jugadores de los dos equipos en el terreno de juego, llegaba probablemente la última oportunidad de Real Onez para aspirar al torneo.

Y eso se notó en la salida de los blancos (aunque últimamente lo de los colores de las camisetas se está despelotando un poco), porque guiados por un Pablo estelar, se pusieron por delante en el marcador. El menor de los Jiménez (4 goles) era una pesadilla para la zaga arácnida, que se veía incapaz de frenarle, así que si Deportivo Araña quería hacer algo en este partido iba a tener que entrar en el intercambio de golpes con su rival. El primero que lo entendió fue Alberto, que en una gran jugada por la banda se marchó de su defensor y logró el empate a uno. Pero a pesar de que los de Onez no cejaron en su empeño y siguieron marcando goles, Deportivo Araña contaba con su arma de destrucción masiva, David (4 goles). El problema es que éste, tras una larga noche de fiesta de cumpleaños, se encontraba en ese resacoso estado en el que es capaz de estar sublime y patético a la vez. Y aunque los arácnidos se pusieron por delante en el marcador, las diferencias nunca fueron importantes entre los dos equipos. El partido estaba llegando a su ecuador y ahí fue cuando surgió la figura de Peri, que logró tres goles a pesar de jugar tocado, lo que provocó el enfado de Fran con sus compañeros, que afortunadamente sí que estuvieron a la altura y no respondieron a sus exabruptos. Finalmente el portero recapacitó y se calló, por lo que la cosa no pasó a mayores.

El problema para su equipo pudo llegar cuando David logró el mejor gol de la tarde. Un genial cabezazo de espaldas a portería y cruzando el balón a la otra escuadra, pero desgraciadamente en su propia portería. Con ese error (y las copas del día anterior) dando vueltas en su cabeza, David entró en fase crítica, con fallos clamorosos cara a puerta que podrían haber condenado a su equipo, porque Real Onez, con un Sergio cada vez mas peligroso, no daba tregua. Pero ahí estuvieron los compañeros del Capitán Araña tirando del carro. Jorge (un jugador al que es rarísimo verle un mal partido) y Fidel (que jugó muy bien pese a estar medio cojo) lograban dos importantes goles que sumados a las paradas de Fran mantenían por delante a su equipo. Pero no hubiera sido justa la derrota de Real Onez, y a pesar de que Peri vio como Fidel le sacaba el gol como a Cardeñosa, y de que Sergio increiblemente la tiraba al palo estando a un metro de la portería y con Fran en el suelo, en el último minuto llegó la justa recompensa para ellos con el gol que suponía el ¿8-8?

Incidencias.

Partido disputado el 17 de Mayo de 2008 a las 16:30 horas en la pista 12 del Barnés. A pesar de que los jugadores se metieron en la pista haciéndose los locos por si colaba, rápidamente el conserje salió de su garita como un perro de presa para que le pagáramos la pista (a ver si David logra su sueño de hacerse conserje y así nos saldrá gratis la pista). El partido estuvo muy cerca de no disputarse por la lluvia, ya que pasadas las tres de la tarde, y durante más de media hora, estuvo lloviendo con cierta intensidad en los alrededores de Murcia. Y mientras jugadores como Jose o Fran veían negros nubarrones sobre sus encharcadas calles, Pablo y David se asomaban a la ventana a ver un sol radiante, y lo de la lluvia les sonaba a chino.

Así que fue una tarde de teléfonos y messenger para estar informados de si se jugaba o no. Y fue también un mediodía de teléfonos en las sedes de Deportivo Araña. A las 13:30 solo estaban confirmados Fran y David, que además estaba durmiendo y no se había acordado de avisar a nadie. Por si fuera poco Jorge no cogía el teléfono y Ramón se había largado a la playa, y aún así faltaba otro jugador. Menos mal que Alberto exigió una cantidad razonable por jugar, Fidel accedió a jugar lesionado a cambio de un carnet para ver el Murcia-Barça, y Jorge acepto jugar a pesar de que no sabía que tenía que hacerlo. Un despelote casi tan grande como el del resultado final. Cuando Fran y los jugadores de Real Onez pensaban que el marcador había sido de 7-7, empezaron a sumar los goles y les salían 8. Fueron a preguntar a los arácnidos, que pensaban que el resultado había sido de ¡6-6!, pero al sumar los goles les salían 7 u 8. Así que todo dependía de si David y Pablo habían marcado 3 o 4, pero como nadie lo sabía con exactitud (se propuso grabar todos los partidos para que no pasaran estas cosas), al final se decidió que 8-8. Pues vale, ¡que viva el vino!.