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La solidez del campeón. Quizá nadie lo reconozca ahora, pero antes del décimo partido del XIII Trofeo McDonalds los jugadores de Los Prepago no las tenían todas consigo. Y es que pese a que solo necesitaban una victoria más para ser campeones y podían permitirse una derrota, aún recordaban lo ocurrido en la edición anterior, cuando estando a un mísero empate del título cayeron con estrépito en los tres partidos siguientes y se quedaron con las manos vacías. Así que a más de uno, tras la derrota de la semana anterior, y viendo enfrente al equipo rival reforzado con Andrés ( "estoy harto de que mis compañeros fichen estrellas para el equipo contrario" ) aquello empezaba a parecerle un deja vu. Y de hecho en los primeros minutos lo fue. Los Pimentones salieron con una presión alta, apretando el cuello de unos telefónicos que en uno de esos manotazos para liberarse se adelantaban en el marcador. Los pimentoneros vieron que podían tener un problema a su espalda y recularon

Nico I el Breve. "Cuenta la historia que en el decimocuarto año del tercer milenio, el reino de Los Sin Nombre se enfrentó contra el imperio de Los Franes en la denominada guerra Sevale, una guerra que el imperio franero tenía casi perdida si caía derrotado en la novena batalla. Una batalla a raíz de la cual, el hombre que ocupaba el trono del gol en los innombrados fue conocido como Nico I el Breve..." Y se le llamó breve porque apenas fueron quince los minutos que el máximo goleador de los blancos hizo creer a su ejército que podían aplastar a un rival que había reforzado sus filas con un par de mercenarios, pero que aún así veían como el rey Nico les robaba la cartera y se fabricaba un gran primer gol. Hasta que cinco minutos letales de Andrés, Kike y compañía volteaban la situación y ponían entre la espada y la pared a los no-nominados (1-4), momento en que todas las cabezas se giraban hacia un referente ofensivo que empezaba a dar muestras de que no iba a ser su no

El día que la puntería se derritió. El noveno partido del XIII Trofeo McDonalds iba a ser el encargado de dar la bienvenida al recien entrado verano, y si se descuida no lo cuenta. El calor derritió la puntería de los jugadores y estuvo a punto de dejar seco de goles un encuentro que de hecho pasará a la historia por su bajo número de tantos. El 0-0 se eternizó hasta tal punto que empezaba a parecer imposible ver una jugada que acabara en gol, a no ser que fuera: a) un error del equipo contrario b) un contraataque en superioridad o c) a balón parado. Cuando Fidel sacó de banda y entregó el balón a Nico, la opción a) se hizo realidad, y el señor Miñarro no dudó en aprovecharlo para lograr un gol que estaba claro que iba a ser valioso. Las defensas se estaban imponiendo sobre los ataques y a los telefónicos les iba a costar empatar el duelo. Y claro que les costó, porque pese a intentarlo de todas las maneras no había forma de hacer que el guardameta Ángel recogiera un balón de

El diluvio universal. El octavo partido de la V Liga Sevale se disputó bajo un cielo despejado y con la climatología que se podía esperar para tratarse del día antes de la llegada del verano. Ni una gota cayó sobre la pista más allá de las de sudor de nuestros jugadores. Y sin embargo fue un diluvio. No hubo que esperar mucho para que los negros nubarrones se cernieran sobre las cabezas de los componentes de Frans & Company. Su defensa no comenzó muy engrasada y ni siquiera sus pronósticos anunciaban nada bueno para esa tarde. Y eso que no imaginaban que estaba por llegar algo peor que el 1-0 que acababan de encajar. Al intentar despejar un balón Edu se lesionaba el tobillo y tenía que abandonar, siendo sustituido por un jugador de la pista de al lado (probablemente por el menos corajudo) hasta la llegada de un Peri que nos hizo un gran favor, y que seguro que no imaginaba dónde se iba a meter. Porque pese a que Ramón había abierto un claro de luz logrando el 2-1, las (metafó

El Rey del gol no había abdicado. Esta claro que nadie quiere hacer un paréntesis cuando está disfrutando, pero lo cierto es que tiene sus ventajas. Y es que cuando retomas lo que estabas haciendo lo disfrutas aún más que antes. Como por ejemplo, sin ir más lejos, los participantes del octavo partido del XIII Trofeo McDonalds que, tras diez días sin ver un balón más que en el Mundial de Brasil, volvieron a la pista para disputar un intenso encuentro. O como Carlos II, que tras obtener el título de máximo goleador en hasta nueve ediciones consecutivas, había dejado que Alberto y Francisco se subieran a su trono en los dos últimos campeonatos. ¿Una señal de que quizá había abdicado a lo Juan Carlos I?. Pues si alguien tenía esa duda ya se puede ir olvidando, porque todo apunta a que se trataba de un paréntesis. Como bien quedó demostrado ya desde el inicio de este duelo, cuando adelantaba a su equipo batiendo a un Nico que estaba ocasionalmente bajo los palos, y que se vengó de la

Un triunfo estratégico. El séptimo partido de la V Liga Sevale era una buena oportunidad para Frans & Company de enderezar un nefasto inicio de campeonato y situarse a un solo punto de Los Sin Nombre. Para ello debían repetir la victoria lograda la semana anterior, aunque paradójicamente lo iban a tener que hacer sin contar con ninguno de los jugadores de campo que habían logrado ese triunfo. Ángel era el único que repetía convocatoria, y solo Ramón se podía considerar jugador 100% franero. Mariano y Luis como refuerzos, y Alberto como donación por parte del equipo contrario, completaban la alineación hoy roja. Todo lo contrario que unos innombrados cuya previsibilidad en la alineación se contagió a su juego, y también al del rival. Y es que los primeros minutos de fútbol control y juego timorato permitían a ambos guardametas lucirse y mantener las porterías cerradas, y el pase de Alberto que Ramón convertía en el 0-1 parecía la aguja del pajar. Nadie parecía capaz de marcar.

Tanto tiempo buscando al topo y al final Los Prepago han descubierto que la madriguera estaba en su portería. Y es que si la semana pasada se quedaron a punto de dar la sorpresa pese a no contar con su guardameta, en esta David y compañía no se acordaron de Fran ni de un Felipe que también queda apuntado por la sospecha. Porque los telefónicos arrasaron a unos pimentones en los que apenas Alberto y Kike aportaron un gol, mientras que Nico solo aportó un retraso que sorprendió mucho menos que su "¿es que no llevamos cambio?" a su llegada. Mejor jugador Los Prepago (7) Mejor jugador Los Pimentones (7)