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El ejercito rojo no tiene rival. El partido 5 del IV SuperDuelo despejó las dudas que aún pudieran existir. Definitivamente Ramón ha descubierto la forma de ganar a Circo Aragonés. No ha sido algo que haya conseguido de la noche a la mañana, sino el resultado de un proceso que ha transformado a Glóbulos Rojos de un grupo de chavales que corrían y jugaban a su libre albedrío, a un ejercito de precisión que te asfixia lentamente hasta acabar con tu resistencia. Lejos quedan esos tiempos en los que al finalizar el partido el capitán del equipo rojo acusaba a los aragonesistas de encerrarse atrás para salir a la contra. Por aquella epoca nuestro amigo Ramón no acababa de aceptar que aún habiendo corrido más que el rival se fuera a casa con una derrota. Pero eso es pasado, el capitán globulino ha conseguido armar una plantilla de hombres y no de nombres, en la que cada uno sabe bien su papel. La idea es aprovechar la superioridad física para presionar en toda la cancha y robar la pelot

Este Sábado se disputó un nuevo partido amistoso que fue posible gracias a la colaboración de Peri (que accedió a jugar lesionado tras intentarlo infructuosamente con al menos a una docena de jugadores). Un encuentro que no se caracterizó precisamente por su elevado ritmo de juego, y en el que el equipo liderado por un Alberto en estado de gracia se llevó la victoria merced a su equilibrio entre ataque y defensa, aunque la relajación en los últimos minutos llevo a sus rivales a marcar 4 tantos seguidos que les hicieron venirse arriba y creer en la remontada. Por desgracia para ellos la pista estaba reservada para la siguiente hora...

Los circenses sacan la cabeza del fango. Cuando estaba a punto de disputarse el cuarto partido del IV SuperDuelo, Circo Aragonés se encontraba en el peor momento de su historia. Lejana quedaba ya la última victoria lograda hacía más de dos meses, momento en que comenzaba una racha negativa que les había llevado a perder el III SuperDuelo, y a tener prácticamente perdido este. La solución más lógica en cualquier club hubiera sido cambiar de entrenador, pero este equipo no solo no tenía entrenador, es que casi no tenía ni jugadores. Nadie parecía querer acompañar a Fran, Fidel y David a una derrota casi segura. Ni Peri, ni Pablo, ni Felipe, ni Mariano, ni Carrillo, ni Fran II. Nadie podía, pero afortunadamente para los aragonesistas, con Alberto llegó la solución. El hecho de que aceptara jugar este partido con Circo Aragonés hacía que solo faltara un jugador para completar la alineación. El hecho de que para cubrir ese último hueco, Alberto llamara a Paco, que acabó siendo de lo me

El equipo que no iba de blanco se llevó finalmente un partido que se caracterizó por: La cojera de Peri que a duras penas le daba para ir de un lado a otro de la portería (y aún así paró bastante) El embaucamiento de un David que comenzó con la misma poca efectividad que la noche anterior, lo que provocó que los blancos se fueran en el marcador, pero finalmente recuperó la normalidad y anotó varios goles. El golazo marcado por Ramón (de vaselina, por supuesto) estando de espaldas a portería y en una banda, superando a un Fran que venía de recoger uvas en la vendimia. El hecho de que el propio Fran, que volvió a jugar con guantes, se lanzará al ataque cada vez que tenía ocasión y sorprendentemente ayudara a su equipo a empatar el partido con un par de goles. La gran duración que tuvo el encuentro, ya que dado lo ajustado del marcador se decidió continuar hasta que o bien empatara el equipo blanco, o bien el no blanco marcara un nuevo gol, ocurriendo finalmente esto último.

A Circo Aragónes se le apagó la luz. Corría el año 1991, año en el que la mayoría de los jugadores de Glóbulos Rojos estaban en parvulitos, mientras que la mayoría de los aragonesistas estaban terminando la EGB (incluso había uno haciendo COU), cuando, un joven Alejandro Sanz conseguía el primer gran éxito de su carrera como taladrador de tímpanos. De esos primeros tiempos en los que Alejandro aún pensaba que era necesario entonar bien para tener éxito, nos quedaremos con una canción titulada "Se le apagó la luz", la historía de un accidente de tráfico. Pues esa fue la perfecta sintonía de Circo Aragonés para el tercer partido del IV SuperDuelo, un encuentro en el que no se podían permitir otra cosa que no fuera una victoria. Comandados por el ¿goleador? David, que cogió rapidamente el micrófono para entonar las primeras estrofas ("...pero presiento que a chorros se escapa, la magia de mi alma gastada") mientras desperdiciaba las primeras ocasiones azules, el e

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¡Estamos hablando del apocalipsis...circense! El Viernes 6 de Octubre de 1989 un visionario hizo historia en la televisión y dejo una premonición a los espectadores. "¡Estamos hablando del apocalipsis!. El milenarismo va a llegaaaar..." fueron sus palabras exactas, una palabras que quedaron en el olvido durante casi 20 años. Hasta que curiosamente otro Viernes, y a falta de solo 4 días para el vigésimo aniversario de la ya mencionada emisión, ocurrió el apocalipsis...y fue circense. Por supuesto, y tal y como estaba anunciado, llegó el milenarismo, porque fueron miles las ocasiones que tuvieron los jugadores rojos de humillar a su rival. Eso si, todo comenzó de una forma que no hacía presagiar lo que iba a ocurrir unos pocos minutos después. Bien es cierto que el dominio en el marcador fue en todo momento del equipo rojo, pero la diferencia de goles no era excesiva en estos primeros instantes. El problema para los azules era que cada vez que se acercaban en el marcador h