I SuperDuelo. Partido 4
Una hemorragia de goles le da el empate a Glóbulos Rojos. Cuando tu equipo va perdiendo 4-0 y ves que al partido le queda un suspiro, cuando sabes que no es que estés jugando mal pero parece que los palos se diviertan desviando tus disparos. Cuando notas que tu rival no está haciendo el partido de su vida pero hasta le favorecen los goles en propia puerta. Cuando has aguantado casi medio partido sin portero porque al que llamaste se retrasa media hora y, por si fuera poco sabes que enfrente tienes un equipo experto en defender su portería. Cuando, en definitiva, tienes que remontar un resultado y el tiempo apremia, lo peor que te puede suceder es que uno de tus jugadores mande el balón fuera de la pista en un 'supuesto' disparo a puerta. Y si encima el muy #@!¬* va lo pincha en la única palmera que hay en 300 metros a la redonda, ya solo te queda irte a tu casa y esperar que tu suerte cambie para el próximo partido. Pero mira por donde resulta que en ese momento aparece un