XIX Trofeo McDonalds. Partido 10

Los Pimentones malgastan una bala

Un balón sin dueño vaga por el área de una las pistas del Barnés cuando faltan pocos minutos para las nueve de la noche. Dos hombres pugnan por él. El primero, Francisco, lo hace con la seguridad y tranquilidad de que su equipo va ganando 1-3, y casi tiene el partido en la mano. El segundo, el guardameta Fran, carga en su mochila con el nerviosismo y la presión de que la derrota en este décimo partido del XIX Trofeo McDonalds le costará a su equipo perder el campeonato. Al final, y tras una lucha de pies y manos, es el más joven el que se queda con el esférico y no tiene problema en anotar el gol que parece entregar el título a Los Pimentones.

Un título que además se van a llevar demostrando que dominan todos los registros del juego. Porque si habitualmente los prepaguianos proponen duelos cargados de dinamismo y electricidad, en este caso habían reemplazado el vértigo por el control, probablemente debido a las ausencias de dos agitadores del gol como Carlos y Andrés. Una apuesta que no contaba con que Carrillo robara la primera pelota a Álvaro y lograra uno de los goles más rápidos de la temporada, aunque por suerte para ellos el propio Álvaro empataba poco después.

En cualquier caso los pimentoneros se encontraban cómodos en su papel de barrera infranqueable, y lo más que conseguían los arietes oscuros una vez superada esa barrera, era encontrarse con otra colocada por el guardameta Ángel. Algo similar ocurría en la parte contraria de la pista, solo que Ramón había logrado culminar una bonita jugada colectiva, y Carrillo había encontrado el lugar exacto por el que dejar clavados a Pedro y Fran.

A ese pequeño botín acumulado por los rojos en esos primeros 50 minutos, se sumaba el gol ya relatado al inicio de Francisco, gracias al cual casi acariciaban el campeonato. Por ese motivo podía parecer una anécdota el balón que David, de manera forzada, estrellaba en el poste y cuyo rechace Ramón introducía en su portería, pero a los telefónicos les daba esperanzas ese 2-4 y por ello pasaron al portero jugador. Al primer intento, y con los de la siguiente hora merodeando, la combinación Fran-Ángel-Pedro tenía éxito y disparaba la emoción por el resultado, emoción que crecería aún más cuando los de las nueve entraran y permanecieran en la banda sin interrumpir, dejando el tiempo necesario para que en una confusa y acelerada jugada el esférico acabara llegando a un David que, con el portero rival en el suelo, y un par de pimentoneros chocando entre ellos, puso la pausa suficiente como para colocar bien arriba el balón que suponía el 4-4, y que evita que Los Pimentones se proclamen campeones a la primera oportunidad. La semana que viene sí que les será suficiente con un empate.

Incidencias.

Partido disputado el 16 de Noviembre de 2015 a las 20:00 en la pista 11 del Barnés. En el prepartido prácticamente no se habló de otra cosa que de lo sucedido el viernes anterior, pero dado que eso ya tuvo su etílica crónica, nos centraremos en algo no tan interesante, pero desde luego igual de infrecuente. Y es que si no es muy habitual ver a alguien desde su campo estrellar el balón en el larguero, algo que hizo Felipe en lo que fue una versión mejorada del famoso gol de Pelé (gol que no fue gol), menos frecuente es ver esa misma acción dos veces en un mismo encuentro, en este último caso con Álvaro quedándose también sin en el mejor gol de la noche por culpa del travesaño.