IX Liga Sevale. Partido 9

Una victoria con sabor añejo.

Tranquilos que lo de sabor añejo no tiene nada que ver con el ron ni con ninguna otra bebida alcohólica. A diferencia de otros, el noveno partido de la IX Liga Sevale fue un encuentro libre de alcohol (o al menos no protagonizado por él), y el uso del adjetivo añejo hace referencia a la alineación del equipo ganador. Unos jurásicos que dos semanas atrás habían conseguido que Kike se marcara un Michael Jordan (regresar a la competición tras haberse retirado), y que esta semana recuperaban también a otro ‘viejo rockero’, un Fidel que regresaba por una noche de su exilio futbolístico.

Bajo los palos otro ilustre veterano, pero no su hermano Fran, sino un David que le suplantaba durante los primeros minutos y que se mantenía imbatido pese a las críticas recibidas. Algo que pudo haber cambiado si Alberto no hubiera rematado contra su propia pierna cuando solo tenía que empujar la pelota, pero la fortuna fue benévola con el Capitán Araña y no con un Fran que, al poco de su llegada, veía como su tocayo Fran T desviaba un saque de esquina lo justo como para que acabara entre los tres palos.

Una carambola que pareció despertar el interés por el billar de unos pumeros que aumentaron el número de rebotes en una falta posterior, falta que tras ser sacada, desviada por Alberto y rebotada en el palo, regresaba de nuevo a pies de un Duke que la enviaba a las redes de unos jurásicos que se complicaban menos la vida y cuya táctica más efectiva era ‘balones a Juanba’. En ese momento el duelo reflejaba un empate en cuanto a goles (2-2), pero en cuanto a ocasiones empezaba a decantarse de parte de unos blancos que aún así no conseguían marcar, todo lo contrario que en el área de enfrente donde el señor Longueira la clavaba en la escuadra sin remisión, y donde David se iba de todos y colocaba el 4-2 casi a cámara lenta.

Era el momento de pasar a una frenética fase de portero-jugador que podía dar cualquier resultado, como ejemplificaría un Kike tan capaz de meterse un autogol que daba vida a los blancos, como de sacar bajo los palos, y de espuela, ese gol pumero que ya se cantaba. Gol que llegaría posteriormente a manos de Felipe, el hombre que pudo minutos después dar un vuelvo al partido con esa preciosa vaselina desviada in extremis por Fran. Puede que el duelo no fuera en esos momentos el más preciso o académico de la historia, pero resultaba tan divertido y emocionante como esa jugada en la que Fran T, con más pasión que belleza, se llevaba el esférico y establecía el 5-4, o esa confusa jugada de portero-jugador en la que el balón acababa a pies de un Nico que volvía a empatar. Un resultado tan justo como efímero, ya que en la última jugada antes de que Alberto y Fran T se marcharan a la pista de al lado a empezar otro partido, Juanba conseguía el gol que cerraba la quinta victoria seguida de unos jurásicos que pueden ser campeones la próxima semana.

Incidencias.

Partido disputado el 27 de Noviembre de 2015 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés. Habrá quien no sepa que el nombre de esta competición viene de cuando a Nico le dio por usar esa palabra para indicar que un partido comenzaba. Pues bien, en este encuentro conocimos un nuevo término que incorporar al diccionario Miñarro-Español. Y es que el hombre tuvo que ver desde el suelo, y con impotencia, como nadie era capaz de traducir correctamente su “acho acho” algo que a partir de ahora ya todos sabemos que significa “parad que me han hecho una falta”. ¿Cómo se dirá “penalti”? ¿“acho acho acho”?