XIX Trofeo McDonalds. Partido 6
Para todo lo demás, AndresCard
Reserva en el Barnes para todo el año, 40 euros. Balón Kipsta blanco con el que jugar, 20 euros. Camiseta de cualquier color excepto rojo apta para Los Prepago, 25 euros. Tener a un compañero que te gane el sexto partido del XIX Trofeo McDonalds, no tiene precio. Sobre todo si lo hace cuando has ido casi todo el tiempo abajo en el marcador y el encuentro está en su recta final.Pero dejemos de parodiar el anuncio de MasterCard (algo que podía tener su gracia hace cinco años) y volvamos al minuto cero de este duelo que Los Pimentones comenzaron dominando desde el inicio, con un Carrillo que estrellaba en el palo, y de forma premonitoria, la primera ocasión clara. El partido comenzaba abierto y con ambos equipos buscándose las cosquillas, aunque ninguna de las escuadras encontraba el gol y de hecho tuvo que ser una pérdida de Alberto la que provocara el 1-0 telefónico.
Poco tardó el señor Serna en enmendar su error finalizando con éxito un contraataque, gol que sería el preludio del logrado por Pablo en una de esas jugadas en las que se hace dueño del área. ¿Y después?. El paraíso de los porteros. Ángel era feliz parando lo poco que su defensa concedía a un rival al que se le atragantaba el ataque estático, mientras que Fran estaba tan contento por no encajar como agradecido de que sus palos le hubieran salvado hasta cinco veces. El 1-2 se eternizaba pero tampoco los jugadores de campo andaban preocupados, ya que unos ganaban y los otros no dejaban de estar a un solo gol del empate.
Hasta que Carrillo, a un toque y recibiendo desde su campo, apretó el cuello de la camisa de unos blancos que tomaron aire gracias a los goles de Andrés y de un Carlos que aprovechaba brillantemente uno de los pocos contraataques concedidos por el rival. El duelo llegaba a su fase decisiva y ahí Andrés sacaba su tarjeta de crédito y, tras irse de medio equipo rival portero incluído, depositaba en la portería rival el gol que ponía a su equipo por delante. El oportunismo de Alberto (4-4) iba a poner a prueba la liquidez de la AndresCard, pero aún le quedaban fondos suficientes como para, con un zambombazo por la escuadra, y una nueva jugada de yo-contra-el-mundo esta vez por la derecha, sentar las bases de la victoria. Porque aunque Ramón reduciría el 6-4 y Felipe tendría en sus botas el empate en tiempo añadido, su disparo con marchamo de gol sería bloqueado por un Álvaro que, en la última jugada, cerraría el definitivo 7-5.
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