IX Liga Sevale. Partido 1
Los viernes quieren ser los nuevos lunes.
Si echamos la vista a la temporada pasada, flaco favor le hacían los partidos de los lunes a los de los viernes. No es que estos últimos no fueran entretenidos y divertidos, pero en cuanto a tensión competitiva estaban muy lejos de los del trofeo McDonalds. Cada semana se caían de las convocatorias un buen de número de los jugadores fijos y las alineaciones se llenaban de “mercenarios” y “temporeros”. En este temporada la situación se antojaba similar o incluso peor, ya que el número de jugadores fijos era aún menor y no llegaba siquiera para formar dos equipos completos. Pero por fortuna, tanto el partido de la semana pasada como este primero de la flamante IX Liga Sevale, parecen indicar que la competitividad ha regresado.Las dos nuevas alineaciones, la de Pumas United (que es un clon sin portero de la de Los Pimentones), y la de Jurassic Club, nos obsequiaron con un comienzo eléctrico. Al poco de comenzar se habían visto ya más goles que minutos de juego, adelantandose en primer lugar los jugadores blancos (Pumas United), y encontrando una contundente respuesta por parte de unos jurásicos que, con tres goles, daban la vuelta a la situación (3-2).
Este ritmo goleador era imposible de mantener y poco a poco los equipos se fueron asentando, lo que llevó a las defensas a mejorar aunque no lo suficiente como para que no pasara mucho tiempo sin un gol cayendo en alguna de las porterías. Afortunadamente para la competitividad, no caían todos en la misma, y de hecho ningún equipo lograba más de un gol de ventaja. El duelo continuaba por tanto repleto de igualdad y tornaba cada vez más intenso.
Sin embargo los jurásicos parecían tener cada vez más problemas para convertir sus ocasiones, y pasaron de alternarse en el marcador con su rival, a ir siempre por debajo y haciendo la goma. Especialmente delicado fue ese 5-7 y más aún el posterior 6-8 cuando el partido entraba ya en la recta final. Sin embargo la presión en toda la pista acabó dando frutos a los cinco jugadores oscuros que empataban a ocho mientras su compañero Fran T estaba ya jugando en la pista contigua con los de la siguiente hora. Eran ya más de las nueve, nadie de fuera venía a interrumpir, y los de dentro tampoco estaban muy por la labor teniendo tan cerca la victoria. Así que tendrían tiempo los felinos blancos para marcar el definitivo 8-9 tras aprovechar un mal saque de esquina de su rival, gol que llegaría un par de minutos antes de que se decretara el final del encuentro con una cierta polémica (ver incidencias) que, aunque esté mal decirlo, le da todavía más pique a una competición que comienza prometiendo emociones fuertes.
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