IX Liga Sevale, Partido 5
La revancha de los novatos
A veces encontrar un titular adecuado para la crónica no resulta una tarea sencilla. Es entonces cuando comienzas a darle vueltas a tu cabeza y acabas llegando a recónditas zonas de tu memoria de donde recuperas unos de esos recuerdos que ni siquiera eres consciente de conservar. Como cuando tras titular el quinto partido de la IX Liga Sevale con la frase ‘La revancha de los novatos’, acudes a internet para comprobar que así se llamaba una ochentera comedia juvenil cuyo título, al parecer, aún sigue incrustado en alguna de tus neuronas.Y aunque mi wikipédica búsqueda se extendió hasta llevarme a descubrir que algunos de sus actores continuarían con éxito su carrera apareciendo años después en importantes películas (‘Django Desencadenado’, ‘Zodiac’, ‘El Gran Lebowsky’, ‘Argo’, 'L.A. Confidential', ‘Risky Business’, ‘Top Gun’), conocidas series (‘Urgencias’, ‘Matrimonio con Hijos’, 'Luz de Luna', ‘El Ala Oeste de la Casablanca’) o incluso encarnando al Capitán América, es momento de iniciar de una vez el relato de un partido en el que Jurassic Club se jugaba mucho. Primero evitar que les cayera la cuarta derrota en cinco partidos. Y segundo vengar el resultado de la semana anterior, cuando un equipo plagado de caras nuevas caía con estrépito por 5-10.
Unas caras nuevas que volvían al Barnés con ganas de revancha pero sin haber resuelto sus problemas de coordinación de la semana anterior, algo que aprovecharían Pumas United para dominar durante gran parte del encuentro en ocasiones y en goles, aunque los blancos también tuvieran sus propios problemas. O para ser más exactos, los mismos problemas que su rival. Una vehemencia a la hora de atacar que agradaría a los espectadores y horrorizaría a los entrenadores, y que convertía el partido en todo un correcalles.
Correcalles en el que robar el balón a la defensa rival y salir corriendo suponía la forma más clara de llegar al gol, más aún para unos jurásicos que, aunque a veces no acababan de definir de cara a puerta, lo tenían mejor que unos pumas que tenían que superar una última barrera en forma de guardameta, y que se vinieron abajo cuando los oscuros dieron un salto de calidad. El momento en el que los novatos comenzaron a acoplarse y a echar el cierre a la portería coincidió con la debacle de unos pumeros que tiraron por tierra en los últimos quince minutos todo lo hecho anteriormente, de tal forma que no solo se produjo la igualada y la remontada, sino que los prehistóricos estuvieron cerca de consumar la venganza (9-5), aunque en el extenso tiempo añadido la diferencia se redujera a 10-7.