IV SuperDuelo. Partido 1

Los piratas rojos hunden el barco aragonés

El corsario Ramón Globulorrojo había preparado a conciencia el ataque. Su objetivo era un viejo galeón de bandera azul que aparentemente tenía pocas posibilidades de defenderse ante la potente tripulación que había reunido Ramón para esa noche. Pero el abordaje se inició como nadie podía esperar, con un ataque sorpresivo del galeón aragonés a la línea de flotación del barco rojo que le dejó tocado. Poco después, y mientras Ramón intentaba sin éxito que alguno de sus numerosos disparos llegara a su objetivo, un nuevo acierto de los azules ponía el combate en ventaja para ellos (2-0)

Los minutos iban transcurriendo y lo cierto es que los circenses cada vez tenían más problemas para maniobrar ante la mayor fortaleza de la artillería globulina, pero la desesperación comenzaba a ser patente en una tripulación roja que no encontraba la manera de superar a Fran y a los cuatro marineros de su barrera defensiva. Aunque tuvieron que pasar varios minutos, finalmente llegaron los primeros impactos efectivos que consiguieron hacer tambalearse a la nave azul (3-2). Sin embargo, el combate se estaba alargando y eso favorecía la estrategia del Capitán Araña, que era consciente de que el almirante Ramón acabaría por rendirse pronto si no realizaba el abordaje rápidamente.

Pero por desgracia para él, y cuando habían pasado alrededor de 50 minutos de gran lucha, una ataque desde la esquina de Glóbulos Rojos era aprovechado por el marinero Manolo que, entrando desde la popa, clavaba un puñal en la espalda de Fran que igualaba la contienda (3-3). Poco después volvía a ser Manolo el que asestaba otra puñalada que sería mortal. Los compañeros del veterano lobo de mar intentaron morir matando, pero aunque tuvieron alguna opción de igualar la batalla, Ramón atizó un nuevo golpe que le aseguró definitivamente llevarse el botín. Poco después, y mientras que sus compañeros arrojaban a la tripulación circense por la borda, Manolo celebraba la victoria con un cañonazo en vaselina desde su barco.

Incidencias.

Partido disputado el 25 de Septiembre de 2009 a las 21:00 horas en la pista 12 del Barnés. A pesar de que 40 minutos antes del encuentro Fidel no tenía muy claro si se iba a jugar o no, ya que no había ningún comentario en la web que lo dijera claramente, el partido se disputó. A pesar de que David recibió una llamada de Fidel para que le aclarara si había partido y lo único que consiguió fue sembrar la duda en el Capitán Araña, el partido se disputó. A pesar de que Felipe aseguró que iban a celebrar el cumpleaños de Fidel dedicándole una victoria, su equipo se la pegó.

A pesar de que el McDonalds 3.0 ha rebasado la edad de jubilación y el balón de Ramón en teoría perdía aire, el partido se jugó (y el balón aguantó). A pesar de que Alberto no llevaba dinero para pagar una pista que él mismo había reservado y de que el habitual pagapistas Fran no tenía ganas de volver al coche a por dinero, ya que había ido antes a inflar el balón de Ramón, la pista se pagó. A pesar de que durante el partido el balón fue a caer donde alguien había potado recientemente, el partido continuó (y el balón no se cambió). Y a pesar de que el partido tuvo mucho que comentar a la finalización, en cuanto sonó la bocina la mayoría de los jugadores salieron pitando del Barnés. Fidel, David, Ramón, Dani, Jorge, Pablo y Manolo desaparecieron en 3 minutos, dejando solos a Fran, Alberto, y Felipe (que no sabemos si se quedó porque no tenía coche). No queremos dudar sobre la mayor o menor afición de estos hombres a criar telarañas en la cartera, pero el caso es que casualmente ese iba a ser el momento en que se iba a decidir a quien le tocaba pagar un nuevo balón. Al final el pring... el elegido fue Alberto, que en un alarde de ¿generosidad? ¿chulería? ¿enajenación mental transitoria? dijo que si hacía falta compraba no uno sino dos balones, y que si era necesario tres. Y de las marcas que quisiéramos. Si Nico levantara la cabeza...