III SuperDuelo. Partido 2

Glóbulos Rojos dejan el SuperDuelo bastante "encarrillado"

Solo 3 puntos en los próximos 7 partidos necesitan Glóbulos Rojos para hacerse con el III SuperDuelo. Puede parecer mucho, pero viendo la tendencia de los últimos partidos se observa que Circo Aragonés sufre un estancamiento que Glóbulos Rojos parece haber encontrado como explotar. Y anoche tuvimos una buena prueba de ello, si bien es cierto que hubo dos factores que afectaron de manera decisiva al resultado.

Porque cabe recordar que hacía solo dos semanas estos equipos se habían enfrentado con el único cambio de Luis por Jorge, y el resultado había sido de escandalosamente favorable a los aragonesistas (3-12). A diferencia de aquel día en que solo en tres ocasiones lograron marcar, en este partido prácticamente todos los tiros entre los 3 palos de los hematíes acabaron en gol. Y no puede decirse que fuera debido a una desastrosa defensa circense por mucho que su portero no tuviera un día especialmente bueno. Fue un metamorfoseado Carrillo el que sacó a relucir la calidad de su tobillo derecho para batir en cinco ocasiones, y de muy diversas maneras, la portería blanca (espectacular el golazo desde lejos a la escuadra).

Y por mucho que lo intentaron los jugadores de Circo Aragonés y por muy claras que fueron sus oportunidades, apareció el segundo factor decisivo en este encuentro, la nefasta puntería a la hora de rematar las ocasiones más favorables. Porque aunque los hematíes no disponían de portero, cada uno de los jugadores que se puso bajo los palos tuvo su momento de gloria. Eso sí, tanto fue el cántaro a la fuente que, a pesar de que Ramón y compañía habían empezado tomando ventaja (un 4-0 que posteriormente pasaría a ser 6-2), la insistencia blanca dió sus frutos por parte de un sorprendentemente efectivo Fidel (2 goles), de un ofensivo Peri (2) y de un siempre fiable David (4) que llevaron el partido hasta el empate a 7, y posteriormente a 8, resultados que sin embargo duraron muy poco porque prácticamente nada más sacar de centro el jugador estrella de la noche provocaba el autogol de su tocayo Pablo (8-7) y marcaba el último de su abultada cuenta (9-8). Los últimos ataques circenses sirvieron para que ni uno solo de sus jugadores se fuera a casa sin fallar al menos una ocasión (hasta Fran llegó a probar suerte) y para que llegara un agónico décimo gol rojo a portería vacia cuando Circo Aragónes atacaba a la desesperada. Así finalizaba un partido que puede dejar a Glóbulos Rojos a las puertas del título si logran vencer en el próximo encuentro.

Incidencias.

Partido disputado el 26 de Junio de 2009 a las 22:00 horas en la pista 13 del Barnés. Una pista que fue calificada como mala para jugar por lo mucho que sale el balón fuera. Sin embargo, volvemos a insistir en que el problema no es la pista, ya que es en la que siempre se ha jugado, sino que es el McDonalds 3.0 el culpable de todo. Un balón con una querencia extraordinaria por salir fuera. Anoche fue enviado a lo alto de una palmera de 10 metros, se marchó después por la calle Mar Menor, estuvo también a punto de golpear a un coche que pasaba, se coló en otra de las ocasiones debajo del Focus de Fran, teniendo Felipe que introducirse en los bajos del vehículo para rescatarlo. Y por si fuera poco estuvo a punto de ser mandado por Fidel al hueco maldito, ese extraordinariamente bien diseñado espacio (un aplauso para el arquitecto) en el que si algo cae, debe ser rescatado por un grupo de escaladores. Lo extraño del caso es que en ninguna de estas ocasiones el equipo blanco, que es el que iba perdiendo, se encargó de recoger el esférico. Y eso que contaban con un jugador más que ocupaba plaza en el banquillo, debido a que finalmente Alberto acudió a jugar.

Y lo hizo después de muchas dudas, porque el hombre expresó su deseo de jugar cuando ya se habían inscrito 10 jugadores. Sin embargo los mensajes de apoyo recibidos ("considero que nadie se debe quedar sin jugar","por mí puedes jugar sin problemas", "DUKE selección") le animaron a venir, aunque seguro que no tanto como ese de "Alberto, cómeme un huevo" previsiblemente firmado por un Nico que, tras el partido acudió fielmente a su cita con ese vestuario femenino en el que sigue desarrollando su estudio titulado "Por qué las cucarachas de los vestuarios no se meten en las duchas". Quizá no se metan precisamente por él...