II Copa Polonio. Partido 12

Los arácnidos vencen un igualado tele-maratón.

¿Quién no recuerda esos infumables programas de telemaratón que emitía Antena 3?. Programas que duraban horas y horas y parecían no tener nunca fin. Pues así fue el decimosegundo partido de la II Copa Polonio. No infumable, porque fue un gran partido, pero sí tan largo que parecía que no iba a acabar nunca. El hecho de que la pista siguiera libre a partir de las 17:30, y de que el partido estuviera completamente abierto hizo que el descuento durara más que una ducha de Nico.

El duelo comenzaba con unas extrañas alineaciones (los exámenes siguen haciendo estragos), y por ejemplo en Deportivo Araña debutaron Quique (jugador con uno de los disparos mas potentes que se recuerdan) y Francisco (un hombre que parecía que llevaba la pelota pegada con chicle), mientras que Real Onez contó con la presencia del arácnido Ramón (un peligro constante con el balón en los pies) y de Jorge (sólo le faltó marcar para completar un gran partido). Además, Victor aparecía en la portería, aunque luego hablaremos de él. El partido a priori se presentaba igualado. Y lo fue, porque aunque en los primeros minutos se adelantaban los arácnidos en el marcador, poco después empataba Real Onez en una gran acción de Ramón culminada con una (por fin) exitosa vaselina. Y a pesar de que a Victor se le escapó un balón de las manos que le costaba el 2-1 a su equipo, de nuevo sus compañeros restablecieron la igualada. El partido era muy intenso, había constantes llegadas a las dos áreas, y la fortuna (según unos), o el mayor acierto (según otros) provocaba un parcial de 3-0 a favor de Deportivo Araña que se marchaba en el marcador hasta el 5-2. Hay que decir que hubo suerte porque uno de esos tres goles arácnidos fue en propia puerta, pero también es cierto que si Real Onez se quedó sin marcar fue porque Fran le echó huevos.

Y no es un eufemismo, sino que con esa parte del cuerpo hizo el veterano guardameta una parada en la jugada que pudo cambiar el partido. Después del balonazo el partido se paró hasta que Fran, dolorido y con la mano en la entrepierna, se levantó, momento en que fue acusado por el Capitán Araña de estar haciendose tocamientos a costa de una espectacular rubia que había fuera del campo. El caso es que no se sabe si por culpa de la rubia, o por la presión del equipo rival, pero vino el empanamiento arácnido. Empezaron los regalos de la defensa y así cayeron los goles onezinos uno tras otro hasta que se llegó al empate a cinco. En ese momento faltaba muy poco para que acabara el partido, y parecía que Peri y los suyos se iban a llevar la victoria. Pero con lo que no contaban era con que Fran estaba en una de esas tardes en las que está inspirado y hasta parece bueno, y a partir de ese instante no volvió a recoger un balón de su portería. Y no fue porque Real Onez no lo intentara de todas las formas posibles (disparos a puerta, manos a mano contra el portero, y hasta dos contra el portero). Pero es que no había manera, porque parecía que la pelota no quería entrar. Cuando no era Fran (llegó a parar un balón con la mano de apoyo), era la suerte la que evitaba el gol blanco, como en otra vaselina de Ramón que se encontró con el larguero. Y claro, de tanto perdonar, al final Deportivo Araña sí que consiguió transformar una de sus ocasiones y adelantarse de nuevo en el marcador momentos antes de que sonara la bocina.

Pero a ver quién era el guapo que se atrevía a parar el partido con lo interesante que estaba. Como tampoco se había hablado de cuantos minutos de prolongación iba a haber, y como nadie parecía tener prisa por irse el partido, este se alargó bastante. Ni siquiera el 7-5 logrado por los arácnidos hacía dudar de que el juego tuviera que seguir. Ya cuando llegó el 8-5, quedó claro que estaba sentenciado un partido que acabó en el mismo instante en que Deportivo Araña establecía el ya definitivo 9-5.

Incidencias.

Partido disputado el 26 de Enero de 2008 a las 16:30 horas en la pista 13 del Barnés. Tuvieron que andar atentos los jugadores para coger la pista porque no estaba reservada, y había otra gente que también quería jugar allí sin pagar. Para evitar problemas con el conserje se decidió alquilarla en ese mismo momento, no fuera a ser que nos quedáramos sin jugar. Y eso habría sido lo último para Victor, un hombre al que casi habría que haberle pagado por su presencia en la pista. Teniendo en cuenta que está de exámenes, ya habría que agradecerle que aceptara venir para que no nos quedáramos sin jugar. Pero es que además, resulta que para ello tenía que ir de Murcia a Espinardo a recoger su equipación. Esto tampoco parece mucho sacrificio, pero si no tienes coche, no hay autobuses que te lleven, y tu única posibilidad es ir ¡andando! se entiende el merito que tiene lo suyo. Nada menos que 6 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para jugar un partido. Que mérito tienen estos jugadores que se sacrifican por jugar un partido. Como no podía ser menos, al finalizar el partido Victor fue llevado en coche hasta la puerta de su casa, y además no volverá a ser molestado hasta que termine sus exámenes, tal y como nos pidió. También hay que agradecer a Ramón, Jorge, Francisco y Quique que vinieran a jugar y no pusieran ninguna pega en jugar en un equipo o en otro, y que no les importara estar en distintos bandos. Gracias a ello este interesante partido forma parte de la ya extensa historia de la Copa Polonio. Y la próxima semana el espectáculo continúa...