Fili-amistoso

Al igual que la semana pasada, el partido del Viernes noche no pudo enfrentar a todos los jugadores del equipo, debido a la ausencia de Álvaro, Felipe y Pablo II. Para suplir estas bajas se llamó, como no podía ser de otra manera, al comodín del equipo. Un hombre que lo mismo te juega un partido que te busca un balón que se ha colado en el parque. Que lo hace bien tanto detrás como delante de la cámara. Que te reserva una pista en el Infante o te lleva a la Universidad cuando se te rompe el coche. Sí, hablamos del Capitán Araña (a.k.a. David), que postergó su viaje a la playa para poder jugar con sus ex. Para completar los equipos se contactó tambien con los jugadores de Toma-taos Fran y Alfonso.

Los equipos fueron los siguientes:
Equipo A: Pedro, Nico, Ramón, Alfonso, Fran (Toma-tao)
Equipo B: Pablo, Alberto, David, Fidel, Fran

El partido comenzó con un gol para el equipo B, que fue manteniendo una ventaja de uno o dos goles hasta que el equipo A apretó y logró remontar hasta el 4-3. En ese momento parecía que el equipo B se hundía porque su defensa no estaba siendo buena, mientras que los jugadores del anoche vilipendiado Nico robaban y tocaban mucho más rápido. Sin embargo en una gran reacción, el equipo de David empezó a defender mejor, tocar más el balón y llegar más a la portería contraria (y porqué no decirlo, a llevarse todos los rebotes). Además de David (4 goles), Pablo (3 goles) y Alberto (3 goles) estuvieron inspirados de cara al gol. Y por si fuera poco, hasta Fidel (cada vez más injustamente llamado fallagoles) se unía a la fiesta, estableciendo con un gran disparo el 4-9 que parecía definitivo.

Pero de nuevo el equpo B se relajaba, debido a la ventaja conseguida y al cansancio físico, lo que aprovechaba un equipo A que en ningún momento le perdió la cara al partido. Volvían los de Peri a acercarse en el marcador hasta lograr el 7-9, destacando en el aspecto goleador Ramón, que con 4 goles se mostró totalmente recuperado de su lesión. Pero un nuevo estirón del equipo que iba por delante dejaba el marcador en 7-11, cuando estaba a punto de llegar la hora de finalización del encuentro. Sin embargo, aunque la bocina que indicaba el final sonó, el partido estaba tan emocionante que se siguió jugando bastantes minutos más, minutos que aprovecharon los jugadores del A para meter de nuevo el miedo en el cuerpo a sus rivales. Cuando el marcador era de 10-11, se apagaron las luces y finalizó el partido. Se rumorea que algún jugador del B hizó una seña al conserje para que cortara el suministro eléctrico.

Al finalizar el partido, el invasor de vestuarios ajenos se marchó raudo y veloz a ducharse. Otros jugadores que también se dirigieron a las duchas, fueron interceptados por el conserje que les impidió el acceso a los vestuarios, debido a que ya se había sobrepasado la hora de cierre. En un acto de ¿compañerismo?, los jugadores de ambos equipos se pusieron a indicar a gritos al conserje que se le había escapado un jugador, que ya se estaba duchando, y que se había colado en el vestuario femenino, instándole a que lo desalojara de inmediato. El conserje creyó que le estaban tomando el pelo, así que no hizo caso, y nuestro compañero pudo ducharse con tranquilidad.