VI Liga Sevale. Partido 4
Una victoria seca.
El cuarto partido de la VI Liga Sevale iba a llegar (o no llegar) condicionado por la lluvia. El pasado Lunes por la tarde los torrenciales aguaceros que incluso incluyeron granizo por la zona de la Universidad, desactivaron no solo nuestro habitual partido, sino toda la circulación en la ciudad de Murcia. Las ramblas de Espinardo y Churra se convirtieron en una trampa de la que solo se podía escapar echándole paciencia.Lo mismo que el Miércoles, también por la tarde, cuando el Puerto de la Cadena tuvo que ser cortado al trafico ante la cantidad de agua que bloqueaba la autovía por completo. Algo que también vivieron en Mazarrón el jueves. Calles anegadas, coches arrastrados, y otra vez Murcia en los informativos. Llegaba el viernes a la tarde con la intranquilidad de un cielo sin lluvia pero amenazante, y las noticias de que en Torrepacheco empezaban a salír las piraguas por las calles. ¿Es que no iba a ser posible tener un partido seco?
Pues sí, fue posible un partido seco, y en toda la extensión del termino, porque no fue la alegría de la huerta precisamente, pese a que se entendía que iba a tener muchos goles. O al menos eso imaginaba un Kike que al no tener portero enfrente contaba con que cualquier disparo a puerta fuera gol, por lo que desde el minuto uno inició el ametrallamiento de la meta azul desde cualquier posición (incluido el saque de esquina) como si hubiera venido algún ojeador a verle. Curiosamente el gol que abriría el marcador sería un disparo lejano, pero convertido por Edu.
Después Felipe le comería la tostada a Fran en la estrategia para igualar al saque de una falta indirecta, como también sería a balón parado (saque de esquina) como Alberto se adelantaría a todos para volver a adelantar a los suyos. En ese momento el Equipo A se mostraba mas dinámico, y solo la brillante actuación de un David que como portero justificó el apodo de araña, especialmente en una doble intervención desde el suelo, mantenía la diferencia. Pero no iba a ser suficiente y poco después llegaría el 3-1 que empezaba a definir el favoritismo. No obstante Felipe culminaba sobre la línea una gran combinación de sus compañeros que incluyó cierta dosis de fortuna, y Nico veía como Fran y el palo le quitaban el empate. Todo un punto de inflexión, porque a continuación Kike demostraba que tras tanto intento había afinado la puntería, y marcaba con la colaboración de un Ramón tan discutido como portero como Iker Casillas. El gallego y Alberto aprovecharon la coyuntura para estirar una ventaja que acabaría llegando a cuatro goles (6-2), y que pese al esfuerzo de Nico y David (6-4) fue imposible de igualar en tan poco tiempo, menos aún cuando los azules conseguían el 7-4 definitivo.
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