V Liga Sevale. Partido 12
Los amigos de mis amigos son mis amigos.
Reconozcamoslo. Necesitamos unas vacaciones. Por mucho que nos guste jugar al fútbol, va siendo hora de tomar un respiro. Empezamos a patear el balón cuando la liga BBVA estaba recien iniciada, y un Atlético de Madrid campeón parecía una utopía. Por aquel entonces la Champions League ni había comenzado, así que cómo pensar que la final la disputarían los dos equipos de Madrid, y que en dos minutos pasaría de Neptuno a la Cibeles. Pero así fue, y todo ello ocurría mientras acudíamos incansablemente dos veces por semana al Barnés, como lo hemos seguido haciendo durante ese Mundial de Brasil que tan mal de boca nos dejó. Y aún ahora, cuando ya no hay una sola competición futbolística en juego una vez que la Intertoto desapareció, nosotros seguimos con nuestro partidos, como el duodécimo de la V Liga Sevale, estirando la temporada como si fuera un chicle.Y claro, el nivel no puede ser el de los momentos álgidos. Ya no solo por la saturación de partidos, sino porque jugar en pleno mes de Julio tiene sus inconvenientes. El primero esos 35º, que por mucho que el encuentro se dispute en la sombreada pista 13, se notan en las piernas. Y el segundo que comienzan las vacaciones y no todos los jugadores habituales están disponibles. O incluso ni siquiera los sustitutos lo están, como en este caso en que Fran T tuvo que encargarse de cerrar un fichaje el mismo día del partido. Aunque visto el resultado, más que un fichaje, lo que Fran trajo a sus compañeros fue un amigo.
El amigo que necesitaban para evitar que Los Sin Nombre vencieran y se llevaran el campeonato. Un título que los innombrados tuvieron en su poder durante los primeros minutos (1-0, 2-1), aunque rápidamente el amigo (Pablo) pegaba los primeros bocados robando dos balones que servían para remontar el duelo (2-3). Nada decisivo porque estaba claro que el encuentro se iba a ir a un número alto de goles y los porteros no iban a ser los protagonistas.
El que pasó a serlo fue un Kike que se benefició de su nueva amistad para apuntar unos cuantos goles en la agenda y disparar la ventaja (3-6). Y aunque Nico e hijo hicieron todo lo posible por estrechar la diferencia, en el 4-6 tuvieron que desistir. El amigo de Fran T cogió el fusil, acabó sumando más goles que el equipo rival (6), y dejó el marcador en un 5-10 favorable a unos Frans and Company que se disputarán el título en la final de la próxima semana ante Los Sin Nombre, y que ya pueden decir aquello de "los amigos de mis amigos son mis amigos".
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