V Liga Sevale. Partido 10

La victoria más punk.

El décimo partido de la V Liga Sevale, aquél en el que Frans & Company se jugaban empatar a cinco puntos con Los Sin Nombre, fue todo un homenaje al punk. Y no porque los jugadores lucieran crestas, escupieran al público, o acabaran destrozando el balón y derribando las porterías. Pero si ambas escuadras se hubieran bautizado por una tarde como Sex Pistols y Los Ramones no habría sido nada desacertado.

Porque su juego, ya desde el inicio, cumplió todas las premisas del punk. Olvidar el virtuosismo y sustituirlo por energía y actitud para buscar la portería contraria con ataques cortos y crudos. Olvidar el peligro de no mirar hacia atrás y atacar como si no hubiera mañana (ese 'no future' que escupían los Sex Pistols en 'God Save The Queen'). Y convertir así un juego no demasiado elaborado en un entretenido festival de ocasiones en el que los franeros tomaban ventaja (0-1, 1-2) pese al golazo por la escuadra de Felipe.

Sin embargo cuando se llegó al 2-3, el espectáculo pareció peligrar. Frans & Company empezaban a acusar los excesos y no disponían del jugador extra con el que sí contaban los innombrados. Aún así ninguno de los dos marcaba y el público empezaba a impacientarse. Hasta que en cinco minutos frenéticos los de Ramón entonaron el ramoniano 'Hey ho!, let's go!' y enchufaron tres eléctricos contraataques empleando menos toques que acordes un grupo de punk. Cualquiera se hubiera dedicado entonces a mantener el marcador, pero eso no habría sido nada punk, por lo que el juego de los oscuros continuó siendo anárquico ('Anarchy in the U.K.') y permitió a Los Sin Nombre tener su oportunidad. U oportunidades, porque fueron más de una y de dos las que pudieron dar vida a los blancos.

Pero ni Felipe, que desaprovechó en un mano a mano la oportunidad de soltar un pelotazo rock y lo reemplazó por una vaselina pop que no convenció a sus compañeros, ni Fidel, más afinado con los postes que con la portería, ni Nico, enganchado como siempre al heroismo (de querer ser el que resuelva las jugadas) consiguieron el gol, y el concierto acabó cuando llegó el 2-6. Aún así hubo tiempo para unos cuantos bises que dejaron la cuenta final en 4-7, y el campeonato a tiro de dos victorias para ambas bandas.

Incidencias.

Partido disputado el 3 de Julio de 2014 a las 20:00 horas en la pista 13 del Barnés. ¿Un jueves? ¿En la pista 13?. Sí, es una bonita historia que empieza con una pregunta: '¿quién preferiría jugar el jueves ahora que ya tenemos que reservar pista?', y que continúa con Kike acercándose el Miércoles a mediodía al Barnés para encontrarselo vacío. Después llega la llamada telefónica en la que el gallego acaba chocando con el (otro) conserje que se niega a reservarle si no es en persona, pese a explicarle que él ya había estado allí en persona. Hay que esperar un par de horas a que Fran aparezca por el Barnés con la esperanza de que aún quede esa pista libre, pero el conserje le informa de que no hay nada, que están reservadas para todo el año. Algo no le cuadra al guardameta que vuelve a insistir, y se encuentra con que el dibujante le engañaba porque, pese a la discusión, ¡le estaba guardando la pista a Kike! Un bonito gesto que alimentó románticas teorías y levantó expectación por saber cómo sería el reencuentro entre ambos este Jueves, pero el gallego no acudió y al final del partido el conserje, todo amabilidad, nos confirmó que los Lunes quedan cuatro pistas pagadas a nombre de... Enrique Longueira. Hay quién dice que al pronunciar su nombre una lágrima cayó por su rostro.