XII Trofeo McDonalds. Partido 6

La fe mueve montañas, pero no cordilleras.

George Herbert Leigh Mallory fue un escalador y montañero británico que tomó parte en las tres primeras expediciones que se proponían escalar el Everest. Desapareció en 1924 junto con su compañero de cordada, Andrew Irvine, a más de 8000 metros de altura en la cara noreste de la montaña, persistiendo aún hoy la duda sobre si consiguieron hacer cumbre y ser los primeros en alcanzar la cima más alta del mundo. Algo insólito teniendo en cuenta que pasaron 29 años hasta que, en 1953, Edmund Hillary y Tenzing Norgayen lograron culminar la primera ascensión registrada. En cuanto a Mallory, su cuerpo no sería encontrado hasta 1999, 75 años después de su desaparición.

Esa fe que llevó a Mallory a intentar superar, con apenas unas botas de clavos, y cargado con una bombona de oxígeno de 15 kilos a la espalda, la vía de paso con mayor dificultad técnica del mundo, es a la que se agarraban los jugadores de Los Pimentones de cara al sexto partido del XII Trofeo McDonalds. Especialmente después de conocer que Felipe había vuelto a viajar al pasado para reclutar jugadores, y que se traía en el DeLorean a Mariano.

Y sobre todo después de ver como en los primeros minutos los telefónicos tomaban ventaja (2-0) con tanta facilidad como dificultad tenían los pimentoneros en llegar a la portería de un desocupado Fran. Solo Nico acertó a encontrar un resquicio por el que anotar, pero a los blancos les caían las ocasiones de los bolsillos y de una forma imparable se marchaban (4-1).

Superar el muro defensivo que constituían Mariano y compañía parecía una misión imposible, pero los blancos tuvieron la fe de Mallory y llegaron a poner nerviosos a los prepaguianos (5-3). Sin embargo acabaron como el británico, congelados tras ese tercer gol, y sin poder conseguir su objetivo, que no era otro que evitar que Los Prepago se llevaran el partido, y se quedaran un poco más cerca del campeonato (4.5 a 1.5).

Incidencias.

Partido disputado el 3 de Marzo de 2014 a las 20:00 horas en la pista 11 del Barnés...y por los pelos. Y esta vez no por problemas con la convocatoria ni por retrasos de los jugadores (bueno, Nico llegó tarde y hubo que buscar un sustituto temporal), sino ¡porque no había balón!. O mejor dicho, lo había pero en alguna parte del recorrido 'coche de fran-zona de calentamiento-pista 11' se había esfumado. Algunos afirmaban haber visto al guardameta llegar con el esférico en las manos, y otros sin él, pero tras comprobar que no estaba en el vehículo solo quedaba buscarlo por los alrededores, especialmente en la zona en la que habían estado calentando los jugadores. Pero allí no había nada y empezaba a tomar cuerpo la idea de que alguien se lo había llevado aprovechando el despiste de Fran. Afortunadamente justo cuando el conserje enrollado aparecía al rescate con un balón, y cuando ya se daba por perdido el Kipsta después de llegar a buscarlo incluso en las pistas adyacentes, el esférico apareció escondido detrás del portón que da acceso a las pistas de tenis, muy cerca de donde lo habían dejado, y adonde probablemente lo llevaron esas fuertes rachas de viento que casi nos obligan a pasar por el Decathlon a comprar otro par de balones...