X Trofeo McDonalds. Partido 1
Los Pimentones acusan más la vuelta al trabajo.
2 de Septiembre. El verano ya ha pasado y apenas ha parecido un suspiro, las vacaciones acabaron y no volverán hasta dentro de un año. Es hora de pasar casi toda la jornada en un trabajo que además hay que dar gracias por conservar. ¿Qué pequeñas alegrías nos quedan entonces? Pues, por ejemplo, las que los Lunes y Viernes nos proporcionan nuestros compañeros/rivales futbolistas, ya no en el sentido golosinero del término, que os conozco, sino en el estrictamente futbolístico.¿Y esto que implica también? Pues que regresan estas crónicas que desde tiempo inmemorial respetan la estructura marcador-texto-votaciones, y que resumen en cinco párrafos lo ocurrido en partidos como el inaugural del X Trofeo McDonalds, el primero tras 35 días sin pisar el Barnés, ni tocar un balón (en la mayoría de los casos).
Sin embargo no se notó demasiado la inactividad, quizá al principio en unos porteros que permitieron que los 4 primeros disparos a puerta acabaran en gol (2-2). Apenas había comenzado el duelo y algo había que hacer para que aquello no se convirtiera en un despelote. Y fueron Los Prepago los que lo tuvieron más claro. Pese a que Los Pimentones también hicieron por enfriar a su rival, Carlos estaba 'on fire' y poco a poco la ventaja prepaguiana fue aumentando hasta el 4-7, aprovechando que el punto de mira de Nico parecía estar en la pista de tenis contigua.
Con tres goles de desventaja (incluyendo el polémico tanto fantasma concedido a Carlos tras un remate con toda la portería para él) y con espacios y jugadores suficientes como para matar el partido, cualquiera habría apostado por la victoria azul... cualquiera que no los conociera. David, Alvaro y Carlos no acababan de sentenciar quizá por exceso de ornamento en los metros finales, y Fran medía mal en una salida y metía en el partido a unos rojos que aún soñaban con sacar tajada en un partido ya completamente roto. Sin embargo los de Ramón debieron dejarse la efectividad olvidada este verano en alguna playa, porque desperdiciaron múltiples ocasiones para empatar quizá por querer entrar con el balón en la portería. Tras lograr el octavo tanto (6-8) los azules se olvidaron de atacar y montaron un bosque de piernas tal que incluso David fue derribado en su área por Fran en lo que fue otra clamorosa ocasión abortada por unos telefónicos que creyeron, cuando sonó la bocina, que ya estaba todo hecho. No contaban con su infinita capacidad para complicarse la vida (en este caso Fidel en saque de banda regalando el 7-8), ni con que los de la siguiente hora se iban a quedar esta vez en la puerta sin decidirse a entrar...aunque por fortuna para los azules no era el día de Los Pimentones y el marcador no volvería a moverse.
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