XIX Trofeo McDonalds. Partido 1
¿Demasiado mayores para seguir ganando?
Todo lo bueno se acaba. No podemos negar que había ganas de volver a perforar porterías tras más de un mes de inactividad, pero todos tenemos claro que estábamos mucho mejor hace unos días haciendo un viaje o viendo la playa desde el chiringuito. Y al menos vosotros no tenéis delante un documento en blanco titulado ‘XIX Trofeo McDonalds. Partido 1’ que os hace preguntaros si, como Danny Glover en Arma Letal, no estaréis demasiado mayores para seguir haciendo esto.Pero entonces uno piensa que si no redactara esta crónica quedaría en el olvido que el primer gol de la temporada 2015/2016 fue marcado por Carrillo en una “carambólica” jugada que, ésta sí, nadie recordará. De más bella ejecución, pudiendo con Felipe y Ángel, fue el gol del empate de un Álvaro que empezaba a dar síntomas de no haberse ido de vacaciones. Tampoco daba esa sensación un David que retomaba el apetito goleador, ni un Fidel que conseguía su habitual "golito a Ángel" aunque para ello tuvo que ametrallarle tres veces seguidas.
Ver como el rival te hace cinco goles seguidos mientras tus oportunidades no paran de estrellarse contra los palos supone un palo (y valga la redundancia) en toda regla, pero ni una sola queja salió de los labios de los jugadores pimentoneros. Sólo palabras de ánimo cuando Carrillo hacía de las suyas estableciendo a la media vuelta el 5-2, que tornaron en gritos de guerra cuando éste asistía a Felipe para que empujara el 5-3.
A los telefónicos el resuello no les llegaba para hablar demasiado. Estaban metidos en mitad de un partido con una intensidad impropia del primer partido post-vacacional, y bastante tenían con tomar aire y esperar a tener algún contraataque feliz. Y acabarían llegando unos cuantos, pero no sin antes ver con sufrimiento como Alberto, bajo los palos y con el portero ya batido, estrellaba el esférico en el larguero, o como Carrillo, una vez regateado Fran, tampoco acertaba a meter la bola en la vacía meta contraria. Ambas jugadas significarían el canto del cisne de unos colorados que al final se vieron castigados con un excesivo 9-3 por parte de unos exhaustos telefónicos que, pese a acabar justos de gasolina, no parecen demasiado mayores para seguir ganando.
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