VIII Liga Sevale. Partido 12
Hubo partido. Hay campeonato.
En las escuelas de periodismo siempre se resalta la importancia de elegir un buen titular para captar la atención del lector, así que dificilmente encontrareis en un periódico un encabezado tan anodino como el de la crónica del decimosegundo partido de la VIII Liga Sevale. Pero dado que lo más cerca del periodismo que ha estado este cronista fue cuando hizo una visita escolar al diario La Verdad, puede permitirse estas licencias con los titulares con la seguridad de que no va a perder (ni ganar) lectores.Y el caso es que los dos hechos que se resaltan en la crónica fueron noticiables. Después de que no fuera posible iniciar la temporada el Viernes pasado al disponer de un número ínfimo de jugadores, esta semana hubo que cerrar el cupo nada menos que el Míercoles ante la cantidad de ofrecimientos recibidos. Así que habría encuentro, pero los globulinos no tenían realmente claro si habría partido. El fichaje de Mariano por los eléctricos, y la ausencia de última hora de un David que dejaba al equipo sin cambios, hacía temer lo peor a los blancos.
Algo a tener en cuenta cuando además, y esa era la otra noticia, se estaba disputando el duelo que retomaba una VIII Liga Sevale que había quedado en estado indeterminado durante tres meses tras ese último partido que dejaba a los blancos 6-5 arriba. Electric Club debía por tanto empatar o vencer si no quería que acabara el campeonato, y rápidamente se pusieron a ello con una defensa impenetrable que fue la base para marcharse en el marcador hasta un tranquilizador 3-0. Su rival tenía que construir un castillo de naipes para llevar verdadero peligro al área contraria, y cuando lo conseguía (3-1), se encontraba con que de un manotazo los azules se lo derribaban sin piedad (4-1).
El segundo castillo de naipes iba a ser el que más cerca estuviera de acongojar a las tropas eléctricas, llegando hasta un 4-3 que envalentonó a los de Fran con la misma intensidad con la que les decepcionó el afortunado gol de saque de esquina que dio paso a un nuevo correctivo eléctrico. El 7-3 amenazaba con dejarnos sin partido, pero aún tuvieron fuerzas los jugadores de Glóbulos Blancos para volver a edificar un castillo (7-5) que duraría poco. A la superioridad futbolística de los blues se sumaría la física, y en esos minutos finales el duelo mutaría del tipico partido intenso de los lunes al habitual correcalles de los viernes, alargando la ventaja de Electric Club hasta un 12-6 que confirma que sigue habiendo campenato. Dentro de siete días sabremos a casa de quién se marcha ese trofeo.
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