XVII Trofeo McDonalds. Partido 3
Los Prepago se salvan por un palo.
Se podría decir también que por un pelo, pero sobre todo por un palo. Ese en el que se estrellaba el balón después de que Nico se fabricara el disparo que podía empatar el tercer partido del XVII Trofeo McDonalds. En aquel momento los de la siguiente hora merodeaban por los alrededores como buitres esperando a que el partido falleciera, y por tanto de la trayectoria que siguiera el esférico después de golpear la madera dependería muy probablemente el resultado de ese encuentro que los telefónicos dominaban por 5-4.¿Se dirigiría hacia el interior de la portería de Fran? Habría sido una justa recompensa para unos colorados que desde el principio arrebataron el esférico a su rival, acumulando un mayor número de llegadas a la portería rival, y encontrando como 'premio' un 3-0 en contra que habría hundido a muchos equipos, pero no a ellos.
¿Quizá la trayectoria más apropiada que podría tomar esa bola sería hacia fuera de la portería? Probablemente, ya que lo contrario habría sido un injusto castigo para unos telefónicos que desde el principio lo hicieron todo bien. Una defensa de campeonato y una precisión cirujana a la hora de colocar el balón en la portería de Ángel habían sido las claves de ese 5-1 que brillaba en el marcador hasta hacía no muchos minutos.
Justo los minutos en que los pimentoneros retomaron su espíritu competitivo y su presión en toda la pista, y en que Nico se convirtió en ese killer que había llevado el partido hasta el 5-4, y que ahora observaba como su disparo iniciaba un recorrido a lo largo de toda la portería para, finalmente, perderse fuera de la pista, el mismo verbo que un par de minutos después conjugarían unos colorados que en este campeonato no acaban de arrancar (2.5 a 0.5)
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