VIII Liga Sevale. Partido 10
Cómo cocinar un final trepidante.
Que no cunda el pánico. Si tras leer el titular de la crónica del décimo partido de la VIII Liga Sevale, alguien espera encontrar en ella expresiones como 'caramelizar el juego' o 'deconstruir al rival', se equivoca. Aquí no vamos a sucumbir a esa moda de hablar de cocina como si fuera física cuántica, aquí vamos a dar una receta como lo harían nuestras abuelas, así que tomad papel y lápiz.En primer lugar el nombre del plato, partido igualado para dos comensales, a continuación los ingredientes, Eléctric Club, Glóbulos Blancos, y un balón. Y por último la preparación, que consistirá inicialmente en coger a los glóbulos y sacudirlos un poco para dejarlos ligeramente atolondrados. Esto permitirá que incluso los eléctricos menos propensos a golear, como Fidel o Luis, se animen a batir la red de Fran y con ello a otorgar las primeras ventajas eléctricas.
Cuando veamos que los azules se vienen arriba y realizan jugadas como la de Andrés, finalizando un contraataque tras regatear a todos entrando con el balón en la portería (3-0), sabemos que es hora de activar a los blancos. Para ello se les pone la pelota en los pies y ellos solos comienzan a trenzar las suficientes jugadas como para igualar el plato (3-3).
Ahora hay que dejar reposar la mezcla unos minutos en los que ambos equipos desperdiciaran ocasiones más claras que las transformadas anteriormente, hasta llegar a ese final que todos queremos saborear, con Alberto en plan finalizador (3-5), Juanba como vengador (5-5), y por último el toque final. Añadir unos cuantos jugadores de la siguiente hora en la banda contemplando a Paco culminar una remontada que Andrés, sorprendiendo en un saque de esquina, dejará en incompleta y estéril, ya que el 6-6 final dará el punto a los eléctricos en un campeonato que queda absolutamente igualado. ¡Que aproveche!
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