XVI Trofeo McDonalds. Partido 7
Los Pimentones sobreviven a todos los palos.
El primer palo al que iban a tener que hacer frente los pimentoneros se conocía en la jornada previa a la disputa del séptimo partido del XVI Trofeo McDonalds. Su guardameta Ángel, uno de los pilares en esa remontada que los colorados estaban llevando a cabo en el campeonato, anunciaba su baja. El trofeo podía quedar por tanto a un partido de distancia para unos prepaguianos que iban a salir a aprovechar esa oportunidad.El segundo palo para los de Ramón iban a ser precisamente los palos. Justo después de que Nico anotara el 0-1, en un disparo a bocajarro que entró tras pasar por Fran y el poste, el propio señor Bernabé empotraba en la escuadra el que podía ser el 0-2. Una constante que se repetiría toda la noche, con al menos cuatro o cinco goles evitados por la "madera".
El tercer palo fue tener enfrente a unos prepaguianos que, al son marcado por Álvaro, tardaron poco tiempo en remontar el gol inicial (1-3), y supieron mantener siempre uno o dos goles de distancia. Aunque la pegada azul no era la de otras noches, el sistema defensivo estaba funcionando tan bien que el partido se movía en un marcador bajo pese a estar siendo un continuo intercambio de golpes. La activación del portero jugador colorado no cambiaba nada, y el último acercamiento pimentonero con el autogol de Pedro (3-4) era anulado por un Álvaro que, casi sin ángulo, y tras perseguir un balón por el que nadie hubiera dado un duro, dejaba el duelo casi sentenciado (3-5).
Y es que el último palo para los pimentoneros era la falta de tiempo, apenas quedaban cinco minutos y remontar dos goles sonaba casi a milagroso. Pero no iban a perder la fe, más aún cuando la fortuna parecía haber abandonado a los telefónicos tras ese anterior gol en propia puerta. Toda una premonición de lo que les esperaba a unos azules que no aprovecharon varias jugadas en superioridad, y abrieron una puerta por la que se coló el contraataque finalizado por Ramón, justo el hombre que en la siguiente jugada, y al filo de la hora, interceptaba un pase horizontal del rival con un golpeo de empeine que se colaba...tras tocar en el palo. Pocas veces un 5-5 dejaba tanta sensación de victoria en un equipo, y de derrota en otro que, pese a todo, aún goza de una buena ventaja en el campeonato (4.5 a 2.5).
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