VI Liga Sevale. Partido 5

¡Trata de arrancarlo!

El rally de Gran Bretaña de 1998 era la última prueba del Mundial y la que decidiría el campeón. Tommi Makinen llegaba con ventaja a la cita, pero en la primera jornada destrozaba una rueda y se veía obligado a abandonar, lo que dejaba el título en bandeja a un Carlos Sainz que solo necesitaba acabar cuarto. Sainz, bicampeón en 1990 y 1992, necesitaba ese campeonato para dejar atrás seis años plagados de mala suerte, y para volver a convertirse en un piloto ganador. Pero tras 380 kilómetros recorridos sin ninguna incidencia, y a falta de solo 500 metros para conseguir su objetivo, su Toyota Corolla se paró, y el título de campeón del mundo se esfumó. Nunca volvería a ganar otro.

"¡Trata de arrancarlo!" gritaba su desesperado copiloto Luis Moya en aquel trascendental momento. Grito que, unos cuantos años después, comienzan a necesitar unos chuletones que, tras su derrota en el quinto partido de la VI Liga Sevale, se encuentran también en un momento crítico.

Porque Sainz al menos mantuvo su esperanza hasta el último tramo de la carrera, mientras que los azules apenas aguantaron medio partido en ventaja. La conseguida por David tras un córner en contra (0-1) fue igualada por Berni con su chicharrazo, mientras que la lograda por Fran T voleando un saque de esquina, fue sepultada por el arsenal de goles de Nico, Kike, Fidel, o el propio Berni.

Lo peor no era sólo el 6-2, sino que a los colorados resultaba cada vez más difícil crearles peligro. Su flamente defensa se mostraba cada vez más engrasada, y fue al final, ya metidos en el tiempo añadido, cuando la presión y el portero jugador de los azules dieron sus frutos y un poco de emoción (6-4) ante la perspectiva de que no vinieran los de la siguiente hora. Sin embargo Kike devolvió pronto a los cárnicos a la realidad (7-4), y a los del Equipo A la tranquilidad de un merecido triunfo que les coloca el campeonato a tiro (4-1).

Incidencias.

Partido disputado el 3 de Octubre de 2014 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés, aunque el juego comenzó antes. Concretamente por la mañana, cuando un simple comentario de Kike preguntando si compraba algo en el Decathlon, sumada a la extraña respuesta de Ramón ("compra un balón, y con lo que sobre un peto para el coche de Fran") acabó degenerando en una votación para determinar si tenía que jugar Nico o el automóvil de Fran (no preguntéis quién ganó). De la misma forma que por la tarde, una foto del gallego en la que una chica sujetaba los dos posibles balones a elegir, provocó que se acabara preguntando mas por la chica que por los balones (al final Kike se llevó el Kipsta, y a la chica, que para eso era su novia). Aunque el que verdaderamente degeneró esa tarde, o quizá se regeneró, fue un Nico que, pese a invertir el orden de la secuencia "victoria deportiva->celebración alcohólica", demostró que el orden de los factores a veces no altera el producto.