XIII Trofeo McDonalds. Partido 2

Que no cunda el pánico, somos Los Prepago.

Si se hiciera una encuesta entre los habituales de los lunes en la que tuvieran que definir con una palabra el rasgo que caracteriza a cada uno de los equipos, probablemente la expresión que elegirían para calificar a los telefónicos sería "inestabilidad". Y es que pocas escuadras alternan, de forma tan drástica, momentos gloriosos de futbol con ataques de pánico en los que arrojan partidos enteros por la borda, con lo cual alguno podría pensar que he escrito el titular de la crónica en modo irónico (o borracho como una cuba). Pero no, es que como leeréis a continuación (venga, no me hagáis el feo), el segundo partido del XIII Trofeo McDonalds se salió de lo habitual.

Aunque no inicialmente, porque empieza a ser frecuente que los prepaguianos salgan con más ritmo y creando más ocasiones sobre la portería angelina. Lo que no es tan habitual es que necesiten solo unas pocas para adelantarse en el marcador, algo que consiguió Carlos II (1-0). Cierto es que los de Ramón no se encontraban aún activados al 100%, y se podría pensar que debido al hecho de llevar en sus filas un elemento extraño (Felipe), que (¿casualmente?) no acababa de afinar la puntería ante los que realmente eran sus compañeros, pero sin embargo la llegada de Nico no cambió nada.

Algo que sí que hizo la fortuna. Porque tras el saque de una falta y en mitad del barulllo, David introducía la bola en su portería en lo que sería el primer rasguño en la moral azul. Rasguño que se convertiría en herida en la siguiente jugada, cuando el araña perdía la pelota y dejaba a Nico frente al 1-2.

Los Pimentones, cual tiburón, olían la sangre de la herida y se lanzaban a por el partido, mientras que los azules, con temblor de piernas, acumulaban imprecisiones que se reducirían con el empate de un enmendado David (2-2). El gol de Carlos tras una buena combinación pimentonera habría sido un momento propicio para el clásico ataque de pánico de Los Prepago, pero fieles a su (¿nuevo?) lema lo que les dio fue un ataque de defensa. El frontón de carne (copyright Rubén Uría) que levantaron no solo evitó que no entrara ni un gol más, es que fue la base de ese pastel en el que Carlos II pondría el merengue de la remontada, y ya desde su campo, y contra portero jugador, Felipe la guinda con ese 3-5 algo exagerado para lo igualado que fue este intenso y caluroso partido.

Incidencias.

Partido disputado el 28 de Abril de 2014 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés, aunque realmente cuando sonó la bocina no se encontraban allí ni la mitad de los jugadores, con la sorpresa de que casi había más jugadores rojos que blancos (3 vs 2). Eso sí, con quien no hubo sorpresas fue con el último en llegar..."no hase falta desir nada más".