XIII Trofeo McDonalds. Partido 1
Una transfusión de moral.
¿Qué pone encima de este texto? ¿Filisifonsos? No, un poco más abajo. XIII Trofeo McDonalds, partido uno, eso es. Como habrás deducido esta es la crónica del partido inaugural de un nuevo campeonato, pero si piensas que ambos equipos empezaban a disputarlo en iguales condiciones estás muy equivocado...Los Prepago llegaban con una pesada mochila a la espalda, las cinco derrotas en los últimos seis partidos que les habían llevado a perder el anterior campeonato, y casi a ver como un milagro el derrotar a un rival que, precisamente por el motivo opuesto, llegaba con la batería de moral cargada al 100% y con sus jugadores casi flotando sobre la pista.
Cierto es que ambas escuadras incluían un par de caras nuevas ajenas a todo la anterior, pero la primera mitad del partido acabó sonando a deja vu. Desde el minuto uno los telefónicos iniciaron un monólogo ante la portería roja con el poco éxito habitual. Ángel silenciaba las bocas (y las botas) de unos prepaguianos que ya no sabían qué hacer para marcar, y que veían como los rojos conseguían más con menos (0-2).
Por insistencia no iba a ser. Carlos y David percutían con frecuencia a ver si horadaban el muro, pero cada vez que lo lograban y apretaban el marcador encontraban respuesta en los rápidas jugadas de unos pimentoneros que con espacio no perdonaban, y a los que cada vez se veía más cómodos (2-4). Carlos, Fran y David, los de la mochila, temían saber cómo acabaría la película, más aún cuando tras empatar a cuatro veían como los colorados se volvían a adelantar con facilidad (4-5). Pero en el equipo había dos elementos sin mochila y sin película en la cabeza que solo sabían que quedaba mucho y que había que seguir dándolo todo. Y esa sangre nueva, sobre todo la de un estelar Andrés que cogió las riendas del carro, convirtió la parte final del partido en algo distinto a lo de siempre. Los Pimentones se estancaron tras el quinto gol (¿Franciscodependencia?) y dejaron cada vez más solo atrás (¿Kikedependencia?) a un Ángel que ya no podía detener la avalancha de contraataques blancos. Imposible para él evitar los hattricks de su tocayo y del propio Andrés, que se sumaban a los cuatro de un Carlos que el próximo Lunes tendrá explicar a los ausentes Fidel, Felipe y Ángel que sí, se puede...
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