VI Torneo Modaba. Partido 4
Y cuando se despertó, David había hecho historia.
La jornada en la que se disputaba el cuarto partido del VI Torneo Modaba probablemente no transcurriera de una forma diferente a la de cualquier otro Viernes de la temporada para David. Quizá estuviera algo más contento de lo habitual debido a que regresaba la actividad futbolística después de 11 días, y eso le llevara a dejar en la web algunos de esos mensajes erótico-festivos que suele publicar bajo diferentes pseudónimos (aunque todos sepamos que se trata de él). En cualquier caso nada fuera de lo habitual, como tampoco lo fue que a media tarde llamara a Fran para confirmar si finalmente había partido. Cuando recibió el sí, poco podía imaginar que ese iba a ser el encuentro con el que pasaría a la posteridad...Porque difícilmente logrará el araña, ni cualquier otro jugador, repetir una actuación individual que hasta ahora nadie había conseguido en los más de 5 años que han transcurrido desde que se inauguró esta web. Y es que 8 goles en un encuentro es algo que pocos goleadores recordarán ni siquiera retrotrayéndose a las carreras por el patio del colegio. Eso sí, por mucho que en más de 300 partidos sólo dos jugadores hubieran llegado hasta los 7, su infrecuente hazaña no puede eclipsar el gran partido del colectivo energético.
Y es que los azules parecía que hubiesen dedicado el parón futbolístico a empollarse todos los partidos de la Eurocopa, porque su comienzo fue tácticamente impecable. Y como consecuencia de ello, mientras que casi todos los energéticos llegaban y veían puerta con relativa facilidad, apenas en una ocasión lograban los blancos marcar. Fue el tanto que suponía un 3-1 que por desgracia para los futuristas no significaría un punto de inflexión. Su rival estaba en uno de esos días en que te favorece todo y además lo sabes.
Tal fue así que con 5-1 el partido parecía acabado, y el equipo blanco derrumbado. Sólo quedaba por conocer si estos conseguirían romper de nuevo la barrera defensiva energética, y si en el otro área Alberto lograría al fin ingresar en el club de los goleadores. Ninguna de las dos cosas ocurriría. El gol ya había firmado contrato de exclusividad y sólo el hombre que acabaría rompiendo los records tenía permiso para marcar, llegando al octavo en su cuenta poco antes de que sonara esa bocina que finalizaba un encuentro que ya estaba acabado desde hacía muchos minutos, y que además supone la sexta mayor goleada de la historia.
Comentarios
Aún así veo que contais conmigo para mañana por lo que no os defraudaré y estaré allí a las 8.