IX Liga Sevale. Partido 10

Los pumeros obtienen lo que necesitaban.

Si algo necesitaba Pumas United en el décimo partido de la IX Liga Sevale era la victoria. Un resultado que evitaría que su rival se proclamara campeón, y que alargaría el campeonato al menos una semana más. Y si algo había necesitado Pumas United desde su nacimiento era un guardameta. Porque de contar con un especialista bajo los palos, muy probablemente no habría sufrido esa racha de cinco partidos sin ganar que les había colocado contra las cuerdas.

Por fortuna para ellos hoy iba a ser el día en que sus plegarias fueran escuchadas. Ante las dificultades para cerrar una convocatoria debido al próximo puente, Ángel se ofrecía a última hora para colocarse en la portería. Los pumeros podían salir al campo sin la habitual preocupación sobre si su equipo sería o no un coladero, y esa tranquilidad y confianza se notó desde el minuto uno. Justo lo opuesto a lo que ocurría en las filas de Jurassic Club, donde intentaban a contrarreloj encajar las nuevas piezas del puzzle, los debutantes jugadores fichados por Fran T y Kike.

No hubo tiempo. Samuel, Nico y Alberto estuvieron tan rápidos que cuando se quisieron dar cuenta se habían cargado el partido con un demoledor 0-6. A los oscuros solo les quedaba tomarse aquello como un partido de tenis en el que habían perdido el primer set, e intentar ganar el segundo. Algo que les llevó a un 2-6 que habría sido mejor de no lanzar Cristian de manera tan horrenda un penalti, y de no haber sufrido la mala suerte del autogol de Fran T poco después, aunque esto no dejaba de ser maquillaje. El trio goleador de los pumas iba a seguir con su voracidad goleadora (3-10), y aunque al final pudieron los jurásicos llevarse ese “segundo set”, no hubo emoción alguna en un partido que cerraba Felipe, desde medio campo y de espaldas a portería, con una brillante vaselina que suponía el 7-12.

Incidencias.

Partido disputado el 4 de Diciembre de 2015 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés, con un balón indigno. Y es que tanto el balón amarillo de David/Kike, como el Kipsta amarillo de Fran, presentaban un aspecto tan lamentable como el hecho de que no hubiera aguja en la conserjería para darles aire y poder jugar en condiciones. Algo que en ningún caso justifica que vieramos fallar uno de los goles más clamorosos que se recuerdan. Mano a mano entre Nico y Fran que el guardameta consigue desviar hacia arriba. El balón se eleva y golpea mansamente el larguero, mientras el portero observa impotente la escena y Nico se situa a 50 centímetros de la portería esperando a que la bola caiga del travesaño para empujarla hacia la vacía portería con la parte del cuerpo que le plazca. Y allí, junto al poste derecho, y con el esférico ya a su altura, el hombre golpea con el pie y estrella el balón contra ese mismo poste.

Un fallo tan antológico que parece difícil encontrar algo mejor para cerrar la crónica, pero el post-partido dejó también una incidencia sorprendente. A nadie extrañó ver por allí como espectador a Ramón, ausente del partido por precaución, pero sí que llamó la atención que al finalizar el encuentro apareciera por allí un Edu que llevaba un tiempo alejado del Barnés. Tras los saludos de rigor, el hombre tuvo que reconocer que su visita no era solo de cortesía, sino que se le había parado el coche en la puerta del Barnés, necesitaba un empujoncillo para arrancarlo, y antes de pedirselo a un desconocido, mejor encargarselo a gente con la que has compartido pista como Felipe, David y Ángel, que lo consiguieron a la primera.