XVII Trofeo McDonalds. Partido 9

Un apretón de campeonato.

Advertencia: Ninguno de los participantes en la celebración del noveno partido del XVII Trofeo McDonalds sufrió ningún tipo de problema intestinal que le obligara a salir corriendo hacia el baño en mitad del encuentro. El titular de esta crónica se refiere únicamente a lo realizado por el equipo de Los Prepago en los últimos minutos de un duelo que les valió el campeonato.

Un título que era bastante previsible que recayera en manos de unos telefónicos que llegaban con una ventaja de 5.5 a 2.5. Con lograr un empate en este partido les era suficiente a unos blancos que, pese a verse superados en el inicio por los animosos pimentoneros, y pese a encajar el gol inicial, no tuvieron problema en conseguir una ventaja interesante. El guardameta Ángel era recordado en algunos de esos disparos que habían acabado entrando en la portería pimentonera, y que no lo habrían hecho en caso de estar él (4-2).

Pese a todo quedaba mucho tiempo por delante y a Los Prepago se les iba a hacer muy largo el encuentro. Sus llegadas a la portería rival eran cada vez más escasas, y las dificultades para superar la presión de los colorados cada vez mayores, algo que alimentaba la ilusión de Ramón y compañía por seguir empujando, en lo que podría ser considerado un perfecto ejemplo de círculo virtuoso.

La remontada pimentonera era tan previsible como irremediable, y a nadie sorprendió que los rojos lograran, gol a gol, voltear el encuentro y dar de nuevo vida al campeonato a falta de cinco minutos (4-5) . Pocos contaban, teniendo en cuenta los habituales ataques de pánico prepaguianos en situaciones como esta, que el partido pudiera dar otro vuelco, pero los telefónicos, por mediación de Álvaro, dieron un último apretón que les llevó no solo a lograr el ansiado empate, sino a acabar venciendo el duelo con el que se llevan su segundo campeonato consecutivo. ¡Enhorabuena!

Incidencias.

Partido disputado el 25 de Mayo de 2015 a las 20:00 horas en la pista 11 del Barnés. Algo más tarde lo inició un Alberto que llegó tarde, y que al final del partido se quedó con el balón porque ninguno de los jugadores presentes, excepto él, iba a venir al partido del próximo viernes (como mucho un David que ya no estaba porque se había marchado minutos antes del final, y que además lo había hecho lesionado). Viendo esto resulta sorprendente recordar que originalmente el día de los partidos era el viernes, y que lo de jugar en Lunes no llegaría hasta unos cuantos años después.