XVII Trofeo McDonalds. Partido 8
Una ráfaga de campeonato.
Antes de nada tengo que reconocer que mi capacidad para imaginar es elevada. Ya no solo por ser capaz de imaginar la cara de aquellos lectores que no estuvieran presentes en el octavo partido del XVII Trofeo McDonalds cuando hayan leído el titular, sino directamente por imaginar que tengo lectores. Pero volviendo al tema, lo cierto es que cualquiera al leer el título pensaría que el partido estuvo marcado por el fuerte viento, pero nada mas lejos de la realidad...Ni un ápice de aire se movía cuando echó a andar este interesante duelo. Los que sí que no pararon quietos ya desde los primeros minutos fueron unos pimentoneros que confirmaban con buenas sensaciones y con goles la mejoría experimentada en las últimas semanas. Esa que les estaba permitiendo ponerse a un solo punto de Los Prepago en el campeonato, aunque fuera de forma provisional.
Y es que los colorados marchaban siempre por delante en el marcador anulando todos y cada uno de los empates logrados por unos prepaguianos cuyo referente goleador era Fidel. El problema pimentonero llegaría tras encajar el 3-3. Apenas duraría cinco minutos, pero ese gol iniciaba una ráfaga de tantos telefónicos, con Carlos como principal protagonista, que dejaba casi sentenciado el duelo y por ende el campeonato.
Y es que el 7-3 dio la tranquilidad que necesitaban unos prepaguianos que no lo habían pasado bien, pero que ya podían juguetear con el tiempo y el marcador, confiando en que algún tanto más caería. Concretamente fueron tres, contra uno rival, los que exageraron las diferencias hasta un 10-4 final demasiado duro para con unos rojos que están obligados a ganar los tres partidos siguientes si no quieren entregar el campeonato.
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