Missing David
Quién iba a pensar que una boda pudiera ser el motivo por el que David se quedara sin jugar un viernes por la tarde, pero el caso es que así fue, provocando que después de 133 partidos seguidos el capitán araña dejara huerfanos a sus compañeros de equipo. Unos blancos que no partían como favoritos, y que solo rompieron los pronósticos con el tempranero 0-1 inicial, y cuando el portero-jugador les acercó hasta el 3-2. A partir de ahí el partido se convirtió en un paseo para los azulados, degenerando en pachanga en los minutos finales.
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