VIII Liga Sevale. Partido 8
Hambre de gol.
Encontrarse con el octavo partido de la VIII Liga Sevale después de diez días sin actividad futbolera podía compararse a encontrar un oasis en mitad del desierto, o un plato de comida en casa del hambriento. Imaginad qué podía suponer entonces para alguien que llevaba más de tres meses sin pisar un terreno de juego...Alguien llamado Alberto Serna, al que no se había visto en el Barnés desde su desgraciada lesión de hombro ocurrida en esa misma pista 12 poco antes de Navidad, y que iba a formar parte de un Electric Club que le recibió con los brazos abiertos vista su habitual falta de efectivos.
Una falta de jugadores que Fran T había solventado consiguiendo dos futbolistas que se ajustaron como anillo al dedo a las filas azules, aunque no consiguieron que el buen juego eléctrico se transformara en ventaja. Glóbulos Blancos saciaba su hambre de goles con tal voracidad que lo más que podía conseguir su rival era igualar sus arreones iniciales (0-2 y 2-3).
Con el tercero tirón ya no pudieron. La pareja mercenaria no pudo seguir el ritmo goleador de unos globulinos que no tenían que superar a un portero para lograr un gol, y que con el 3-6 y el 4-7 empezaban a imaginarse una plácida digestión que quizá habría ocurrido de no haberse quedado sin gasolina. Paco fue el indicador perfecto de lo que empezaba a ocurrir en ese mitad de la cancha, mientras que en la otra Fidel y Andrés se unían al festín goleador aprovechando que a los eléctricos les salía todo de cara, como bien demuestra ese 11-8 final quizá exagerado, pero que deja el campeonato absolutamente igualado.
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