XV Trofeo McDonalds. Partido 6
Los Pimentones entregan el décimo, pero no el premio.
"Antonio, cóbrate...¿21 euros por un café?", es una de esas frases que a partir de este año quedará asociada a la Navidad. Parecía difícil superar la repercusión del esperpéntico anuncio del año pasado, pero la historia de Manuel, protagonista del anuncio de la Lotería de Navidad de este año, ha calado. Ese hombre al que su mujer anima a bajar al bar en el que se celebra que ha tocado el Gordo, pese a que él no ha jugado, y que descubre sorprendido que el dueño Antonio le ha guardado un décimo. Tanto ha calado el spot que Los Prepago, animados por ese espíritu, se bajaron adonde se celebraba el sexto partido del XV Trofeo McDonalds pese a que no estaban siendo afortunados en el juego las últimas semanas.Nada más llegar, los telefónicos se dieron cuenta de que por qué a Los Pimentones les tocaba siempre la lotería. Nada que ver con Carlos Fabra, el motivo era una confianza ilimitada en su superioridad, y cuatro jugadores mordiendo y provocando pérdidas de balón que eran el alimento principal de sus goles. Además de un portero que echaba el cierre a su administración de lotería, y desesperaba a unos blancos que ni siquiera podían marcar un gol que arreglara su nefasto comienzo.
No había otra para los veteranos que "comenzar" a jugar con un 0-4 en contra, y sin ningún viso de que alguien fuera a entregarles un sobre con un boleto premiado. Tocaba apretar los dientes y confiar en ellos mismos, y aunque su primer gol fue contestado rápidamente por los colorados, poco a poco empezaron a recortar diferencias hasta casi poner nerviosos a los pimentoneros.
Y hay que decir casi porque estos mantuvieron la calma con el 4-5, y los que se acabaron acelerando fueron unos telefónicos que se descosieron lo suficiente (4-7) como para que su apretón final no llegara a tiempo. Porque el autogol de Ramón que suponía el 6-7 llegaba sobre la bocina, y antes de que cerraran el bar solo tuvieron tiempo para lanzar una polémica (ver incidencias) falta, y para que Los Pimentoneros les entregaran el único décimo que no querían, el décimo partido consecutivo sin conocer la victoria.
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