IV Trofeo McDonalds. Partido 8
Los Prepago están muy vivos.
Si pregunto por la película 'Weekend at Bernie's', ni siquiera el mayor devorador de videoclubs en los 90 podría reconocer que la ha visto. Pero si digo que el argumento de la misma es que Larry y Richard, dos jóvenes y modélicos empleados de una compañía de seguros, son recompensados por el director, Bernie Lomax, con una invitación a su lujosa casa en la costa, y que Bernie sería el anfitrión ideal... si no fuera por un pequeño detalle, que está muerto, a lo mejor hay alguno que ya sabe de qué largometraje estoy hablando. Porque muy acertadamente la película fue traducida en España como 'Este muerto está muy vivo', un título que deja mucho más claro que estamos hablando de una comedia, y no precisamente dirigida por Woody Allen...Y el motivo de elegir esta película como preámbulo del octavo partido del IV Trofeo McDonalds es precisamente su título, pero no porque mencione a Berni, que el hombre no pudo jugar por estar lesionado, sino que nos referimos al título en castellano. El muerto era en este caso el equipo de Los Prepago, que hace una semana perdía por 4.5 a 1.5, y que el próximo Lunes puede forzar el décimo partido.
Y además con una solvencia sorprendente en un equipo que había sufrido tres derrotas consecutivas promediando casi 13 goles encajados por partido, y que en las dos últimas victorias ha dejado el promedio en 4. De hecho el gol de Alberto a la salida de un saque de esquina fue el único que se reflejó en el marcador pimentonero durante muchos minutos. Y para cuando lograron atravesar la alambrada telefónica, la mayoría de los azules ya habían picoteado en la portería de Jose. Aún así no se vinieron abajo los de Ramón y llegaron a situarse en su mejor momento con un inquietante 4-7, que además duró bastantes minutos, pero que se quedó en nada una vez que la pareja David-Álvaro volvió a la carga, dejando el resultado final en un 5-11 que llena al campeonato de emoción.
Incidencias.
Partido disputado el 26 de Junio de 2012 a las 20:00 horas en la pista 11 del Barnés. Hubo un ligero retraso por parte de Alberto, que además empeoró la situación dejándose olvidadas las zapatillas de fútbol sala. Ante la dificultad de que alguien tuviera unas de repuesto, y menos de su talla, no tuvo otra que jugar con las que traía de calle.Por otro lado, y aunque había anunciado su retirada por vacaciones, Felipe jugó finalmente el que, ahora parece que sí, será su último partido. Él se lo pierde, que va a estar allí aburrido en la playa tomando el sol, dandose baños, y tomando copas, pudiéndo estar como nosotros aquí, pasándolo bien corriendo y sudando en la ardiente pista del Barnés, y a la espera de una ola de calor con 40º a la sombra...