II Trofeo McDonalds. Partido 8
Los Prepago revalidan el título con poderío(s)
El II Trofeo McDonalds ya tiene dueño. Los Prepago aprovecharon su primera oportunidad para conseguir el punto que necesitaban merced a un triunfo basado en:Poderío defensivo. Tanto Jose como Fran fueron los protagonistas de unos primeros minutos un tanto tibios, pese la trascendencia del encuentro. Ambos equipos desplegaron un buen juego pero sin una intensidad exagerada, lo que unido al protagonismo de los guardametas prolongó durante un buen rato el 0-0, justo hasta que Ángel se sacó un tiro cruzado que ambos porteros juntos no habrían podido detener. Sin embargo, mientras que la portería telefónica continuó arropada (y santiguada por los postes) durante todo el encuentro, el pobre Jose sufrió, en los minutos finales, un calvario de 6 goles seguidos.
Poderío mental. Una vez que Ángel abrió la lata, y Carlos y David le secundaron (1-4), los jugadores rojos tuvieron la fuerza mental para sobreponerse y estar a punto de empatar en dos ocasiones (3-4 y 4-5). No obstante, los azules también superaron esos únicos momentos de desconcierto sin dejar que su rival le atrapara en el marcador, y los dos tantos consecutivos (y psicológicos) de Carlos (4-7) les recuperaron moralmente.
Poderío ofensivo. Si el protagonista ofensivo fue en los primeros minutos Carlos, David no quiso quedarse atrás y se dio un festín para igualar la marca de su compañero. Y con dos jugadores marcando 4 goles la derrota resulta difícil salvo que el resto del equipo esté muy mal, que no fue el caso ni mucho menos. Los Pimentones tuvieron también infinidad de ocasiones y se trabajaron muy bien todos y cada uno de sus goles, pero se quedaron en el cuarto por mucho que lo intentaron hasta el final.
Poderío físico. Probablemente el factor que más influyó en el resultado final. A pesar de que el cambio extra de los veteranos se hubiera compensado con la juventud de los pimentoneros, la lesión de Alberto al poco de comenzar, la recaída de Ramón con su abductor, y el renqueante estado físico de un Felipe que reaparecía tras una semana enfermo, fueron una losa en la recta final de un encuentro en el que además remaban contra corriente, cumpliéndose esa regla no escrita de que cuando el partido se convierte en un correcalles, el equipo que va por delante suele salir beneficiado. Dicho lo cual ningún mérito se le puede regatear a unos prepaguianos que hicieron un partido para enmarcar, y que, con toda justicia, se llevan de nuevo el campeonato. ¡Enhorabuena!