I Torneo Modaba. Partido 5

Beatrix Kiddo vistió ayer de azúl.

Quizá el título de esta crónica no os resulte demasiado explicativo, pero es lo que hay. Cuando esta página se inició, en 2007, el presupuesto no daba para fichar a un profesional del periodismo y a otro de la informática. Así que o se buscaba a un periodista que tuviera conocimientos de informática, o a un informático que no cometiera demasiadas faltas de ortografía, y que además quisiera afrontar el marrón reto de escribir una crónica después de cada partido. Tres años y medio después, y teniendo en cuenta que el elegido no cobra un duro, es el guardameta del club, y que tiene el balón en su poder, cualquiera le discute sobre sus titulares. Así que paciencia y a seguir leyendo...

El duelo tenía en la previa un claro color energético. Muchos factores animaban a profetizar sobre una clara victoria azul. De Lorean se había quedado sin portero justo en el día del partido, el hundeequipos Fidel y la supuestamente gafe camiseta del Inter de David no habían hecho acto de presencia, Alberto llegaba a la pista tras pasarse la tarde calentando en el Plaza 3, y para colmo deloreanista, el casi infalible Mariano se encargaba de reforzar a los de azul.

¿Entonces por que nadie conseguía marcar un gol transcurridos los primeros minutos? Pues porque el partido era más tenso que el cara a cara final entre Beatrix y Bill (¿no lo vais pillando?). Una tensión que solo se salió de lo deportivo cuando David reclamó a Alfonso falta en una jugada en la que el primero resultó atropellado por un desbocado Alberto (por suerte no hicieron el control de alcoholemia). Y así, entre presión va y presión viene, acabó llegando un saque rápido en el que Edu sorprendió a todos y marcó, llegando hasta la cocina, el primero de la noche. Alfonso vio que la cocina seguía abierta y se acercó para marcar tras un rebote, y Nico se llevó lo poco que quedaba marcando el tercero y el cuarto. Por entonces los pronósticos iniciales estaban siendo recogidos por el camión de la basura, el dudoso Alberto robaba balones como si fuera el pulpo Paul, y nadie se acordaba ya de la ausencia del portero blanco. Hasta Mariano parecía tocado por la mala suerte cuando un balón rebotado en su mano se convertía en penalti. 4-0 y Edu que se disponía a lanzar la pena máxima que definitivamente enterraría las esperanzas azules en este campeonato...

Y es ahí cuando llegamos al título de esta crónica que, por si alguien no lo tiene claro, se refiere a la famosa escena del enterramiento en la (gran) película Kill Bill. Estábamos en el penalti, Edu lo lanza, y sorprendentemente es detenido por Fran. Esto supone un primer puñetazo al que proseguirían otros tantos de sus compañeros. Cada gol suponía una nueva grieta el ataúd blanco y De Lorean, sorprendido, parecía no saber muy bien como reaccionar. Tras los dos primeros goles encajados la sorpresa tornaba en preocupación, y con el empate a cuatro llegó el miedo. Los Energéticos parecían iluminados en un area en la que antes no acertaban a ver nada más que piernas rivales, y mientras David y Mariano se fabricaban sus respectivos hattrick, Ramón y Francisco mojaban con la misma eficacia con la que ayudaban a mantener la portería a cero. Ni siquiera el portero jugador le sirvió a De Lorean para detener un parcial que llegó finalmente hasta el 0-9. Al menos les queda el consuelo de que siguen mandando en un campeonato que, eso sí, estuvieron muy cerca de sentenciar en este quinto partido.

Incidencias.

Partido disputado el 15 de Octubre de 2010 a las 20:00 horas en la pista 12 del Barnés. Los jugadores llegaron con retraso debido a la celebración del inoportuno clásico mercadillo (no sabemos si medieval). A pesar de todo el horario tempranero de las 8 de la tarde parece que ha calado, así que el próximo Viernes se jugará a esta misma hora. Lo que ya está descartado es lo de jugar los Lunes, ya que la pista que estaba libre de 10 a 11 ya tiene otro dueño. A nosotros solo nos queda intentar conseguir para todo el año la de los Viernes a las 8. ¿Será David, el hombre asignado para ir al Palacio de Deportes, capaz de conseguirlo? Quizá Tamará Falcó tenga la respuesta...