VI SuperDuelo. Partido 3

Circo Aragonés destroza las casas de apuestas.

9 de cada 10 dentistas que hubieran presenciado el tercer partido del VI SuperDuelo, habrían apostado por una clara victoria de Glóbulos Rojos. Y alguno se preguntará, ¿que tienen que ver los dentistas con el futbol sala?. Pues nada, pero es que 9 de cada 10 fontaneros habría apostado lo mismo, 9 de cada 10 sexadores de pollos, o incluso 9 de cada 10 ancianas sin repajolera idea de lo que es un doble penalti.

¿Por qué?. Pues porque el encuentro fue un monologo, un encefalograma plano, una meseta deportiva de casi 60 minutos que pasaron como un suspiro. Un quiero y no puedo del equipo rojo contra un 'si no puedo, ¿como voy ganando?', que seguro rondó por la cabeza de los circenses. Estos últimos, tras unos cuantos minutos sin moverse el marcador, se pusieron por delante gracias a una buena acción individual del especialista en abrir latas, Zlatan (o zlatas) Baños. Lo cierto es que el equipo que había jugado más papeletas para inaugurar su casillero era el rojo, pero Fran, al que le llegaban más candidatos que a las oficinas del INEM, no estaba por la labor de dejar pasar a ninguno.

Y no es que sus compañeros estuvieran jugando mal, es que el asedio globulino era tal que alguno llegó a exclamar 'no sé como vamos ganando este partido...'. Y la frase fue premonitoria, porque poco después Ramón aprovechaba un despeje de Fran para batirle por primera vez, y algo más tarde era Francisco el que aprovechaba un doble rechace de Fran y de Pablo bajo los palos, para establecer el 1-2 que parecía encaminar la victoria roja. Y lo parecía porque el panorama seguía igual, ya que aunque no se puede negar que los circenses desaprovecharon algunas claras ocasiones, las de sus rivales quizá no fueran tan claras pero si mucho más numerosas. Sin embargo en este partido los aragonesistas parecían tocados por una varita mágica, y primero David, y después Fidel con disparo por la escuadra casi sin angulo, finalizaban un par de acciones colectivas que daban a los circenses la confianza que los globulinos empezaban a perder. La defensa azul, que había estado un poco desconcentrada al principio, subió como la espuma y así la sinfonía amarrategui sonó en todo su esplendor. Ahora solo era cuestión de aprovechar una contra para matar el partido, y así, aprovechando un error en la salida de balón de Edu, fue como David lograba su hattrick y marcaba el 4-2 que al final resultó decisivo, porque el fusilamiento rojo tuvo poco después su recompensa en un gol de corner en el que Alberto ganó la espalda al hasta entonces impecable Fidel. Con el 4-3 sonaba la bocina, y en la última acción del partido, en otro saque de esquina con los mismos protagonistas, Fidel enmendaba su anterior error quitandole a Alberto el gol del empate cuando este se disponía a rematar a un metro de la portería. En Glóbulos Rojos aún se están preguntando como no lograron ganar este partido después de semejante exhibición. En Circo Aragonés empiezan a pensar que su suerte ha cambiado. Y este SuperDuelo solo acaba de empezar...

Incidencias.

Partido disputado el 12 de Febrero de 2010 a las 22:00 horas en la pista 13 del Barnés. Una noche tan fría que los jugadores hematíes comenzaron a jugar sin quitarse sus sudaderas oscuras, lo que llevó a unos minutos de confusión. El que no tuvo problema en despelotarse desde el minuto 1 fue David, que hizo hincapié en que en este partido demostraría que la camiseta de Zlatan no es gafe, a la vez que se quejaba amargamente de que el webmaster le había quitado un tanto en la clasificación de goleadores. Desde luego que con sus tres goles anotados tapó todas las bocas.

Los que no se taparon lo suficiente fueron Francisco, Pablo y Alberto. El primero firmó la jugada tonta de la noche al recibir un balonazo en la entrepierna a manos (a piés) de su propio compañero Ramón cuando este le sacó un corner. No sabemos si es que Ramón pretendía que rematara a gol con esa parte de su anatomía, pero el caso es que poco después Francisco quiso compartir la experiencia con otro jugador. El elegido fue Pablo, que fue obsequidado con la posibilidad de hacer un control testicular de pelota. El caso es que lo hizo con éxito, pero al igual que Francisco anteriormente, acabó doblado en el suelo emulando a Poli Rincón. Y para terminar, y en un estrambótico intento por parte de Fran de marcar un gol desde su portería, era Alberto el que recibía un severo pelotazo en la espalda cuando el hombre simplemente volvía hacía su mitad del campo. Nadie dijo que los porteros estuvieran cuerdos...