Redes Primavera 2009. Jornada 3
Filisifonsos reciben un nuevo chorreo.
A pesar de no partir como favoritos, nuestros bravos jugadores comenzaron dando la sorpresa y adelantándose en el marcador por obra y gracia del máximo goleador del equipo, ese hombre en el que siempre se puede confiar para que perfore las porterías rivales. Sin embargo, poco después, dos rápidos goles del equipo contrario establecían el 1-2 que posteriormente se convertiría en 1-3. Pero los nuestros no estaban dispuestos a darse por vencidos, y a base de insistencia conseguían recortar distancias y acercarse hasta el 2-3 cuando aún faltaban muchos minutos para el final. La remontada parecía posible, pero solo fue un espejismo, porque lo que aconteció a continuación fue un carrusel de goles de un equipo que demostró su superioridad sin paliativos.Alguien habrá pensado que el anterior párrafo ha sido copiado y pegado de la crónica del Madrid-Barça publicada en web blanca, pero es que los paralelismos en el desarrollo de ambos partidos fueron notorios. De hecho solo el gol logrado por Tomataos justo en el último segundo impidió que el resultado fuera el mismo que el del 'partido del año'. Sin embargo no hubo tanta diferencia entre los equipos, especialmente en una primera parte que pudo acabar de otra manera. El partido estaba siendo igualado, el rival tenía un jugador con problemas físicos y no contaba con cambios (los fili tenían un reserva), y además el gol de Nico había adelantado a los nuestros en el marcador.
Pero una extraña jugada en la que el balón quedó muerto en el área mientras Fran era derribado por un rival sin que el arbitro (que dio un recital de pito) apreciara falta, supuso el empate a uno. Y sin solución de continuidad llegó el 1-2 en una gran jugada individual que puso un poco nerviosos a nuestros jugadores, y desesperó a Nico, cuyo enfado fue supino cuando una pérdida de balón suponía el 1-3. Afortunadamente nuestro capitán, que estaba en la banda, salió para lograr el gol que al descanso mantenía vivas las esperanzas filis.
Tras el brevísimo descanso (según el arbitro no hacía falta mas tiempo ya que nuestra táctica era muy simple, balones a Nico), comenzaba una segunda parte en la que, tal y como se temía el espectador Fidel, nada más arrancar llegaba el gol de Tomataos aprovechando un desajuste en las marcas. Tras este gol se produjo el clásico arreón capitaneado por un Nico que se iba ofuscando ante las increíbles paradas del portero rival, y ante los sucesivos contraataques que, de haber afinado más la puntería por parte de Tomataos, hubieran provocado una goleada mayor. Queda el consuelo de que ninguno de nuestros jugadores jugó a su mejor nivel, y a pesar de eso y de las bajas, el equipo estuvo en el partido hasta los últimos minutos. Es poco consuelo, pero el próximo Sábado habrá oportunidad de resarcirse.
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