V Liga Sevale. Partido 3

28 minutos después.

"Londres es un cementerio. Sus calles están desiertas y reina un silencio total. La propagación de un virus de efectos devastadores ha acabado con la mayor parte de la población de Gran Bretaña. En 28 días la epidemia se extiende por todo el país y apenas deja un puñado de supervivientes." Este es el argumento de la película '28 días después', y también el del tercer partido de la V Liga Sevale. Y es que...

"La portería de Jose es un cementerio. Sus redes están desiertas y reina un silencio total ya que nadie celebra un gol. La propagación de un espíritu defensivo de efectos devastadores ha acabado con la mayor parte de las ocasiones de Frans & Company. En 28 minutos la epidemia se extiende por todos los jugadores franeros y apenas deja un gol anotado por los oscuros."

Al menos ese gol de Edu servía para neutralizar el algo afortunado (palo-cuello de Fran-gol) tanto de David que había servido para abrir el marcador de un frío partido, pero no sería suficiente para plantar cara a unos sin-nombre que aprovecharon dos confusas jugadas en el área para aumentar su ventaja de una forma casi definitiva (3-1).

Casi definitiva porque nadie habría apostado porque esa defensa encajara tres goles, y de hecho en los siguientes 28 minutos no recibieron ni uno. Al toque de la bocina el partido estaba sentenciado (4-1), y aunque en el tiempo extra cayó un segundo gol de los Frans & Company, el protagonismo se lo llevó un Norberto que completaba un hattrick aprovechando que los oscuros se centraban en conseguir una pequeña victoria moral, que Nico se fuera sin marcar. Sin embargo el largo tiempo añadido dio para que el señor Miñarro se fuera feliz cerrando el marcador, y lo dejara en un exagerado pero inapelable 7-2.

Incidencias.

Partido disputado el 9 de Mayo de 2014 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés, día en que casualmente nuestros dos Ángeles (Vázquez y Menárguez), descubrieron que no sólo compartían santo, sino también cumpleaños. Y hablando de compartir, Kike tuvo que volver a compartir su camiseta blanca del Inter como ya hizo la semana pasada con Fidel. En este caso la enorme prenda (casi minifalda para él) fue a manos de un David que no disponía de camiseta blanca, y que había tenido que dejar su peto verde a Norberto ya que este vestía de rojo al igual Edu, siendo esa la mejor solución para evitar que el despelotómetro alcanzara cotas demasiado elevadas.