XII Trofeo McDonalds. Partido 2
Los Pimentones transgénicos no acaban de triunfar.
Defensores, detractores. Los alimentos transgénicos son motivo de continua controversia entre los consumidores. Y entre los competidores en la XII edición del Trofeo McDonalds tampoco acaban de conseguir el éxito. Y decimos esto porque en las últimas dos semanas Los Pimentones han sido modificados genéticamente para reforzar su sabor. Y qué nada mejor que usar para ello los mejores genes del equipo contrario, léase Álvaro, y así obtener un transgénico en teoría casi imbatible.Y decimos casi porque en el primer partido del campeonato Los Prepago habían dado el golpe (venían de una racha de una victoria en siete partidos) y se habían llevado por la mínima el primer punto. Pero pocos azules creían en repetir, y menos aún cuando a los cinco minutos el nuevo gen y Alberto habían anotado el 0-2. "Hoy no" era el pensamiento de unos telefónicos que no parecían capaces de frenar el carrusel de pases en profundidad de los rojos.
Pero ahí se quedó la euforia goleadora pimentonera, y poco a poco la máquina telefónica empezó a carburar. Felipe afinaba el cañón, Carlos sacaba la clase, y el resto del equipo mantenía seco a Nico (2-2). Álvaro anotaba el 2-3, respondido por Felipe, y estrellaba un balón en el palo cuyo rechace tampoco aprovechó Alberto. Esa jugada pudo cambiar el destino de un partido de los que hacen afición. Los azules se lanzaron a por todas y el reivindicador Ángel y el desatado Felipe sentenciaron (5-3). El gol de Kike llegó casi al final, aunque aun tuvieron los rojos una triple última ocasión en la que Fran acabó despejando hasta un disparo de su hermano. Tras el saque de esquina Carlos recuperaba la bola y se iba con ella al corner para retener la posesión, y con ella una merecida victoria.
Incidencias.
Partido disputado el 27 de Enero de 2014 a las 20:00 horas en la pista 11 del Barnés, con unas condiciones climáticas perfectas. Perfectas para el windsurf, porque el viento era intenso. Y salvo que le viniera en contra a Ángel el guardameta, su tardanza resulta difícil de explicar. Tanto tardó que su equipo debió empezar a jugar sin él, y sin un Nico que en cuanto a retrasos ya es palomita suelta.Y hablando de soltar, al que le acabaron soltando, pero de todo menos bonito, fue a ese ansioso jugador de la siguiente hora que ni siquiera dejó acabar la última jugada. Con una velocidad de reacción digna de Usain Bolt, penetró en el rectángulo de juego mientras sus respetuosos compañeros (que ni siquiera estaban todos) permanecían en la banda sin ninguna prisa. Al cierre de esta edición parece que van a empezar a jugar su partido...
Comentarios