X Trofeo McDonalds. Partido 5
Nuevas tecnologías, viejos hábitos.
Estamos en el año 2005. El grupo de "matados" que en breve comenzarán a denominarse Filisifonsos, dedican los Sábados por la tarde a jugar partidos de fútbol sala en el Barnés. La única manera que tienen de organizarse es que el jugador X descuelgue el teléfono o mensajee al jugador Y, que a su vez hará lo mismo con el Z, y así sucesivamente, para que finalmente X e Y acaben confirmando que hay partido, siempre y cuando tengan éxito reservando la pista. Si la hora elegida está ocupada, hay que volver a repetir el proceso.Año 2007. Nace esta web con el único objetivo de ilustrar la andadura fili en el campeonato Redes, pero los jugadores acaban usándola para confirmar su presencia en los partidos. Hay gente que aún no tiene acceso a Internet, pero en general el número de llamadas de teléfono se reduce. Eso sí, los líos a la hora de organizar los partidos se mantienen, ya que sigue siendo necesario reservar pista con antelación para después buscar a los futbolistas. Esto comienza a solucionarse en 2011, cuando se consigue coger una pista para todo el año, y sobre todo en 2012, cuando se consigue la segunda. La reserva ya no es un problema y los jugadores son siempre los mismos, así que lo único que tienen que hacer los dos equipos es confirmar en la web sus alineaciones. Y aún más fácil lo tienen los poseedores de smartphones, que comienzan a comunicarse por whatsapp. ¿Fin de los problemas organizativos?
Podría parecer que sí, porque a día de hoy, cuando se disputa el quinto partido del X Trofeo McDonalds, el uso de whatsapp está tan extendido que todos los jugadores han formado el grupo denominado 'Eliminemos al conserje'. Los doce pueden comunicarse a la vez, en tiempo real, y desde cualquier parte, gracias a sus teléfonos. Lo único que tienen que hacer es decir 'Sí' o 'No' antes de cada partido, más sencillo imposible, pero...hay dos aspectos que son consustanciales a este grupo humano y que la tecnología no va a cambiar, uno la capacidad para soltar paridas (que más bien se ha incrementado) y otra, la tendencia al despelote a la hora de organizarse. Y es que sólo así se explica que sabiendo desde el día anterior que falta un portero y un jugador, el grupo se dedique durante toda la mañana del encuentro al jijijaja idiomático (ver incidencias) y deje las alineaciones para cuando faltan poco más de dos horas para que comience el partido.
Claro que en este caso el despelote me ha venido bien por dos razones, una para dar caña al personal, que siempre se desestresa uno, y otra que gracias a eso he podido escribir una crónica de un partido que no ví, pero sobre el que sé cosas como que, pese a un buen inicio de Los Prepago, que logró un tranquilizador 0-2, diez minutos de demolición por parte de los pimentoneros plagados de recuperaciones, goles, y jugadas polémicas (ver incidencias) voltearon espectacularmente (5-2) un marcador que no se movería gracias a la gran actuación de los guardametas (destacando la parada de Ángel con el pie), hasta que el postrero gol de los azules cerro un duelo (5-3) en el que estos desaprovecharon su superioridad numérica.
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