IX Trofeo McDonalds. Partido 6

Los Prepago rozan el cielo y el infierno.

Hasta ahora el trofeo McDonalds no puede decirse que sea un campeonato caracterizado por la igualdad y la emoción. De hecho de las cuatro ediciones disputadas en la temporada 2012-2013, en tres de ellas el resultado ha sido de 5-2, y la mas "reñida" acabo con 5.5 a 2.5.

Cuando en esta novena edición Los Pimentones se adelantaron por 3 puntos a 1, y además ganando sus partidos con bastante comodidad, todo hacía presagiar que este sería otro de esos campeonatos desequilibrados, pero la situación ha cambiado despues de este sexto partido. Porque si en el quinto Los Prepago se llevaron el triunfo in extremis después de perder una considerable ventaja, en este repitieron el guión pero perfeccionando el argumento.

Y es que durante casi todo el duelo los azules desarrollaron un juego de muchos quilates. El duo formado por Álvaro y Carlos cuajó una de sus mejores actuaciones conjuntas, el primero como asistente y el segundo como goleador. Sólo la titánica labor de Ángel en la portería minimizaba los daños y permitía a sus compañeros mantener el empate. Hasta que con 2-2 los perros de presa telefónicos comenzaron a morder y el resultado se disparó (2-6)

La presión roja no servía ante unos jugadores encantados de jugar con espacios, pero aún cabía la posibilidad de que los azules sufrieran uno de sus habituales apagones. Y casualidades de la vida, llegó y además provocado por un jugador telefónico, Ángel, cuando cambió de bando tras lesionarse Berni. Su primera acción como pimentonero fue batir a Fran y con ello desencandenar la furia de unos rojos que en apenas cuatro minutos robaron el balón y la moral de unos azules que perdieron toda su ventaja (6-6). Tuvo que ser Carlos, el goleador de la noche, el que saliera al rescate para, faltando apenas dos minutos, cerrar su repoker con el gol que deja el campeonato totalmente igualado.

Incidencias.

Partido disputado el 1 de Julio de 2013 a las 20:00 horas en la pista 11 del Barnés. Lo más comentado en el post-partido fue la mutación de Ángel, que pasó de estar prácticamente todo el rato fuera y sin ayudar a sus compañeros debido a sus problemas de abductor, a entrar a la pista a golearles en cuanto los rojos le ofrecieron participar, se desconoce a cambio de qué cantidad. Claro que su abductor lo pagó caro y el hombre luego tuvo que hacer verdaderos malabarismos para subirse de la forma menos dolorosa posible a su bicicleta y marcharse pedaleando como pudo, mientras a Nico no se le ocurría otra cosa que preguntarle, en la distancia, si querría jugar el Miércoles. "Sí, sí, apúntame" fue la irónica respuesta...