VI SuperDuelo. Partido 1

Triunfo de Circo Aragonés deconstruido, regado con salsa de "in extremis".

Digámoslo con claridad, de un tiempo a esta parte Circo Aragonés se ha convertido en un equipo perdedor. En ese Atlético de Madrid que de cuando en cuando se eleva a los altares del futbol sala, pero que a la hora de la verdad se "tamariza" y sssssssss...no gana el campeonato. Antes parecía un equipo tocado por la fortuna que se movía como pez en el agua en partidos con el marcador apretado. En el último momento daba el golpe de efecto y le ganaba el pulso al equipo de un por entonces desdichado Ramón. Pero todo eso cambió este verano. En esa inolvidable tarde de calor en la que Glóbulos se impuso 14-3 los circenses perdieron el partido, la dignidad, y el espíritu (y el resto de derechos universales, que diría Ramón el vanidoso). A partir de ese día los aragonesistas parecíeron cargar con ese resultado en la mochila cada vez que se disputaba un encuentro de SuperDuelo. Así, de los 18 puntos disputados desde ese fatídico partido, solo 6.5 consiguieron los azules. El resto fueron a parar a unos globulinos que se llevaron con facilidad los siguientes 3 SuperDuelos.

Pero por si el equipo azul tenía pocos problemas, el VI SuperDuelo iba a empezar con sobresalto para ellos. El Miércoles se caía de la lista de convocados (mas bien se tiraba) Peri. No era un contratiempo grave porque había tiempo de sobra y el generosamente promíscuo (futbolísticamente hablando) Felipe estaba disponible para completar la alineación. Sin embargo el Jueves el que se caía de la convocatoria (o mejor dicho se hacía el sueco, como Zlatan) era David. Ahí ya hubo que rastrear el mercado internacional para conseguir reclutar al charrua Alejandro. Cuando ya no hubo nada que hacer fue cuando el Viernes Pablo amaneció enfermo y no quedó otra que tirar de la agenda ramofónica para completar el quinteto circense.

El jugador elegido para cambiar de combinado por un día fue Edu, que completaba una alineación totalmente distinta a la de la semana anterior. Solo se mantenían Fidel y Fran en este equipo deconstruido que comenzó el partido siendo destruido. Ramón y los suyos no se andaron con contemplaciones para pasar por encima (incluso literalmente) de Fran y establecer en un pispás el 0-2 en el electrónico (si encontramos el eléctronico del Barnés prometemos sacarle una foto). Esto no hubiera supuesto un problema para los circenses si las porterías hubieran tenido unos postes menos gruesos. Fidel estuvo a punto de marcar el gol de la noche al transformar un rechace en campo propio en una tremenda vaselina que, tras superar a Jose, votó en el larguero y en el suelo. ¿Dentro? ¿fuera?, nadie lo sabe con seguridad, pero el partido continuó y con ello las ocasiones azules a la ¿madera?.

Mientras tanto los globulinos buscaban la espalda como tan bien saben hacer pero no parecían demasiado clarividentes. Tampoco los ataques circenses, encomendados generalmente a Edu, tenían demasiado fluidez, pero si una fe como la que llevó a Felipe a establecer el 1-2 tras una embarullada jugada en la que hasta en 3 ocasiones dispararon a puerta. Les duró poco la alegría a los azules porque poco después llegó el único fallo de Fidel en la salida de balón, perdida que Ramón castigó sin piedad voleando el 1-3, pero lo que sí que les duró fue la fe en que el empate acabaría llegando, aunque no fuera marcando los goles mas bonitos de la historia. Un disparo de Felipe desviado por Jose a la escuadra que tras varios rechaces acaba entrando, otra jugada de Edu en la que el balón acaba con fortuna en los pies del goleador Fidel,... y así, casí sin darse cuenta, los de Ramón se encontraron por primera vez uno abajo (4-3). Fue el propio Ramón, culminando una gran pared con Alberto con un sutil (y un poco involuntario) toque por entre las piernas de Fran, el que empató primero, y él mismo el que le fusiló después para que Glóbulos Rojos retomara el mando (4-5). Con lo que no contaba era con el ingrediente secreto, con ese hombre para el que los finales igualados no son un trauma, ya que siempre los juega en Glóbulos Rojos. Porque fue Edu el que con dos nuevos goles, el último de ellos un poco antes de la bocina, llevaba a la victoria a Circo Aragonés. Poco después, y lentamente, las luces se iban apagando como parece apagarse la mala racha aragonesista. No ganaban el primer partido de un SuperDuelo desde la segunda edición, precisamente la única que se acabaron llevando...

Incidencias.

Partido disputado el 29 de Enero de 2010 a las 22:00 horas en la pista 11 del Barnés. El hecho de que Alberto no llevara dos camisetas y Edu sí, provocó que fuera este último el jugador que pasó a las filas aragonesistas, algo que al final resultó decisivo en un partido caracterizado por el frío y por el hecho de que Alejandro jugar con su camiseta volteada (Fran no le avisó de que el único color que no podía traer era el...rojo). Al finalizar el encuentro, y a la hora de recolectar el dinero de la pista, volvió a repetirse ese extraño fenómeno que parece causar furor entre la juventud. Podríamos denominarlo "Llenemos a Fran de chatarra" (quizá tengo pronto su grupo en facebook), y probablemente tenga su origen en el hecho, comentado en la anterior crónica, de que el veterano guardameta no comprueba el valor de las monedas que recibe y tampoco retiene en su memoria los nombres de los pagadores. Si a esto le sumamos que esta operación se hizo absolutamente a oscuras, y que había que pagar la pista, nos encontramos al abrumado portero teniendo que recibir asistencia de Alberto para contar infinitas monedas de 20 y 10 céntimos, de Fidel para ir al coche a por dinero, y finalmente de Jose para poner unos céntimos porque las cuentas no cuadran. Y a todo esto el conserje esperando. Muy triste...