Pese a haberse disputado ya dos encuentros, el XXI Trofeo McDonalds sigue sin ofrecernos la imagen de un equipo celebrando la victoria al final de los 60 minutos. Y eso que parecía que esta semana Los Prepago lo tenían hecho, llegando a la última jugada por delante en el marcador. Sin embargo el gol de Felipe actuando como portero-jugador borraba esa sonrisa que se empezaba a dibujar en los rostros de unos prepaguianos que mejor que no consulten las estadísticas. Porque la anterior vez que el campeonato se inició con dos empates (XV Trofeo McDonalds), los telefónicos se quedaron sin ganar un solo partido y fueron vapuleados por 6-2.
Cuando a falta de una hora para que empiece el partido alguien dice:
"Es mejor suspender el partido no vaya a ser que aparezcamos 8 tíos, o 9 tíos, o 12 tíos..., ¿quien sabe?"
Cuando a falta de media hora para el inicio del encuentro se produce el siguiente diálogo:
"¿Nico, entonces cuantos somos?"
"Pues creo que 10"
Y cuando hace dos minutos que debería haber rodado el balón y alguien pregunta:
"Por cierto, ¿hay balón?"
Solo queda dar gracias de que el viaje hasta el Barnés no haya sido en balde y al menos te hayas podido pegar unas carreras por la pista, o como sabiamente lo describría uno de los jugadores:
Los Pimentones continuaron demostrando que son el equipo del momento al llevarse a casa el XX Trofeo McDonalds con un resultado total de 6-4. En cuanto a qué jugadores se llevaron algún galardón individual a su hogar tenemos que:
Carrillo se agenció de nuevo el título de máximo goleador gracias a sus 23 goles. Álvaro II se quedó cerca, con 20, mientras que Alberto sumó 14.
El título de mejor jugador de Los Pimentones fue también a parar al domicilio de Carrillo. Sus 16 votos fueron inalcanzables para Ángel (p) y Felipe, que obtuvieron 11.
En Los Prepago fue Álvaro II el que se llevó de forma indiscutible el premio. Sus 14 votos quedaron muy por encima de los 7 de Fran o los 5 de Andrés.
Los Pimentones volvieron a demostrar una mentalidad a prueba de bombas ya que, ni la goleada encajada la semana pasada, ni el hecho de estar ante su ultimo "match ball" antes del partido final, afectó en lo mas mínimo a unos colorados que, de forma totalmente merecida, se llevaron el décimo partido del XX Trofeo McDonalds con un resultado de 9-11, y con ello una nueva copa para la sala de trofeos. ¡Enhorabuena!.
Esa era la pregunta que rondaba tras el segundo partido de la II Liga Sevale las cabezas de los jugadores de Pumas United, pregunta que si alguno de ellos esperar ver respondida en esta crónica, mejor será que no siga leyendo. Más que nada porque este cronista aún no ha sido capaz de encontrar una explicación lógica a tan extraño partido.
A lo que sí encontró explicación, y desde bien pronto, fue a esa crisis defensiva de los últimos tiempos de unos jurásicos que en los primeros tres minutos ya habían encajado idéntico número de goles. No importaba que para este partido hubieran recuperado guardameta, el hombre colaboraba para la causa y permitía a los pumeros tener un partido plácido (1-4).
Porque aunque la buena sintonía de la pareja Kike-Juanba les permitía reducir la desventaja hasta un gol (3-4), era esa prácticamente la única buena noticia para los oscuros. Los blancos estaban haciendo un partido más completo y jugaban con el acelerador (3-6) cada vez que su rival se acercaba en el marcador.
El gran acelerón llegaría tras el 5-6, convertido en un 5-10 que dejaba por los suelos la moral de los dinosaurios. Ni uno solo de ellos confiaba siquiera en alcanzar el empate, y la goleada parecía ser el destino de unos minutos finales que, de forma inexplicable, no acabaron siendo minutos de la basura...o sí. Porque fue a la basura donde tiraron los jugadores de Pumas United los méritos contraídos a lo largo del encuentro. Uno tras otro los goles de los jurásicos empezaron a caer y nadie fue capaz de detener la cascada de nueve tantos seguidos que desataron su incrédula euforia tras ese 14-10 final.
Incidencias.
Partido disputado el 12 de Febrero de 2016 a las 20:00 en la pista 12 del Barnés según el horario teórico, aunque en realidad el inicio se retrasó más de quince minutos. Un duelo cuyo protagonista debería haber sido el nuevo balón, pero lo acabó siendo el hombre que anduvo toda la tarde en su búsqueda. Un Berni que tras recorrer media Murcia (Décimas, El Corte Inglés, El Tiro, Decathlon…) tuvo que volver con las manos vacías y sin el deseado balón Mikasa de fútbol sala.
Dos luchadores de similares características se enfrentan en un combate que está próximo a su fin. Un combo de tres ataques consecutivos lanzados por el luchador rojo ha dejado la barra de energía del que viste de blanco muy próxima al cero, pero justo cuando nadie puede esperarlo de él, de su garganta surge un sonoro “¡haoduken!” y de sus manos unidas el golpe más mortifero, ese que que deja al rival medio KO y con unos cuantos pájaros volando alrededor de su cabeza. Parece haber llegado la hora de aplastar al luchador rojo, pero este recobra el sentido, se zafa, y asesta una patada se podría decir que de campeonato. Porque lo que gracias a ese último golpe está cerca de ganar el colorado no es un combate de Street Fighter, sino más bien un campeonato.
Concretamente el campeonato denominado XX Trofeo McDonalds, cuyo noveno partido puede ser el último si es el equipo que viste de rojo el que se lleva la victoria. Una ventajosa situación la de unos colorados que acumularon el mencionado combo de tres victorias consecutivas y, que aunque a continuación encajaron un doloroso hadouken en forma de goleada, se repusieron rápido logrando hace siete días esa victoria que a partir de ahora obligaría al equipo blanco, Los Prepago, a no volver a perder.
La buena noticia para los telefónicos iba a ser la recuperación de su guardameta tras un mes ausente, pero cualquiera diría que sus compañeros no se apercibieron de ello, ya que pusieron tal empeño en que el balón no llegara a su área que, a base de robos y contraataques, no dejaron a Fran intervenir hasta que el resultado era ya de 4-0. Afortunadamente para ellos la llegada de trabajo al área prepaguiana cambió el equilibrio de fuerzas entre ambos equipos, pero apenas el marcador.
Solo Alberto conseguía meter el balón entre los tres palos y eso no era suficiente para hacer frente al potencial ofensivo de unos jugadores blancos sin portero aguafiestas enfrente. La habitual moral a prueba de bombas de Los Pimentones, encarnada en un Felipe que no dudaba en repetir su lema “un par de goles y nos metemos en el partido” ya fuera el resultado 4-1 u 8-2, chocaba con las dificultades para lograr siquiera un tanto. Cierto es que la táctica del portero jugador dio algo de resultado, pero también fue un quebradero de cabeza para un Felipe que no pudo evitar que Fran y Carlos le marcaran desde su campo, dando paso a unos minutos finales en los que los blancos disfrutaron, se quedaron a un gol (13-4) de repetir la goleada de dos semanas atrás, y propinaron a su rival otro de esos hadouken que dejarían groggy a cualquiera de cara al próximo y decisivo partido. Pero estamos hablando de Los Pimentones...
Incidencias.
Partido disputado el 8 de Febrero de 2016 a las 20:00 en la pista 11 del Barnés. La polémica de la jornada llegó por parte de Nico, que “animó” el grupo de whatsapp no solo ofreciendose a jugar si era necesario, sino autoincluyéndose en el equipo pimentonero como sexto hombre pese a que el equipo estaba formado por cinco jugadores de campo. Eso habría obligado a cada jugador a pasar no solo unos minutos en la portería, sino a continuación otros tantos en la banda, una “técnica” (sic) que según el señor Miñarro resulta habitual aplicar, pero que ciertamente nadie recordaba haber visto nunca en nuestros partidos, por lo que este no iba a ser el primero.
Después de la dolorosa goleada sufrida siete días atrás, el ánimo de revancha era el denominador común de todos los jugadores pimentoneros de cara al octavo partido del XX Trofeo McDonalds. Bueno, de todos excepto de un Kike Longueira que, muchos meses después, volvía a jugar un Lunes. Los otros nueve presentes tenían claro que había unas cuantas cuentas que ajustar, además de un campeonato por decidir, y aunque los telefónicos fueron capaces de soportar durante 55 minutos la mejoría en el juego de los colorados respecto al duelo de la semana anterior (3-4), no les quedó más remedio que entregar la cuchara en unos minutos finales en los que los pimentoneros se distanciaron hasta el 3-7 en el partido, y con ello hasta el 3-5 en un campeonato que la próxima semana puede ser suyo.