IV Trofeo McDonalds. Partido 2
Teatro y del bueno.
Primer acto. Se sube el telón de la segunda representación del IV Trofeo McDonalds y sobre el escenario 10 hombres, separados en dos grupos por una línea horizontal, comienzan a correr detrás de un balón justo cuando hace acto de presencia el undécimo, alguien llamado Ángel que observa desde la banda cómo los de su mismo color introducen el balón en la portería contraria. Sin embargo desde su entrada en el rectángulo como reemplazo de Kike nada es igual. En el resto del acto serán los de blanco los que hasta por tres veces aprovechen las facilidades de la retaguardia azul (3-1).Segundo acto. El marcador se ha igualado a tres y la escena comienza con un Felipe que desde el punto de penalti tiene la oportunidad de frenar la acometida telefónica. Sin embargo el portero local le ataja la pelota y ni siquiera en otra posterior y cardeñósica ocasión logra el hombre meter la bola en una portería en la que nadie había ya. La sequía roja da pie a que el goteo de goles prepaguianos sea suficiente como para tomar una importante ventaja (3-5)
Tercer acto. Cuando desaparece el telón, una bandada de pimentoneros revolotea sobre las cabezas de unos telefónicos que pensaban que tenían el partido ganado y que, tras el acrobático tanto de Felipe a la media vuelta y recibiendo desde atrás (al estilo Carlos, vamos), ahora casi les parece bueno el empate a 5. La disparatada idea del portero azul de tirarle un caño a Ramón, no sólo no tiene consecuencias negativas, sino que acaba provocando un efecto mariposa en el que Fidel adelanta a los suyos y Kike le sigue un minuto después.
Otro tanto más de Carlos parece el principio del fin rojo, pero los de Ramón no quieren morir de rodillas y luchan y golpean y exigen que se siga jugando hasta que alguno de los de la siguiente hora no ponga un pie a este lado de la línea. La gesta les da para que, con 7-8, Fran le regale a Ramón un empate que éste, sin embargo, no logra aprovechar, quedando el duelo en una sufrida victoria azul
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