IV SuperDuelo. Partido 2

¡Estamos hablando del apocalipsis...circense!

El Viernes 6 de Octubre de 1989 un visionario hizo historia en la televisión y dejo una premonición a los espectadores. "¡Estamos hablando del apocalipsis!. El milenarismo va a llegaaaar..." fueron sus palabras exactas, una palabras que quedaron en el olvido durante casi 20 años. Hasta que curiosamente otro Viernes, y a falta de solo 4 días para el vigésimo aniversario de la ya mencionada emisión, ocurrió el apocalipsis...y fue circense. Por supuesto, y tal y como estaba anunciado, llegó el milenarismo, porque fueron miles las ocasiones que tuvieron los jugadores rojos de humillar a su rival.

Eso si, todo comenzó de una forma que no hacía presagiar lo que iba a ocurrir unos pocos minutos después. Bien es cierto que el dominio en el marcador fue en todo momento del equipo rojo, pero la diferencia de goles no era excesiva en estos primeros instantes. El problema para los azules era que cada vez que se acercaban en el marcador hasta colocarse a un gol de distancia, recibían poco tiempo después un tanto en contra. Y lo cierto es que de forma totalmente justa, ya que además de practicar una defensa adelantada sobre la que Carrillo y Alberto entraban como cuchillo en mantequilla, ni uno solo de los jugadores circenses recordará este encuentro como uno de los 50 mejores de su carrera.

Así que mientras que para mantenerse en el partido el grado de crispación y de cansancio de los azules se iba incrementando hasta lo insostenible, en el campo contrario Ramón y los suyos jugaban cada vez mas relajados y confiados de que el partido estaba ganado. Sobre todo teniendo en cuenta que enfrente tenían un portero que no paraba, una defensa que regalaba ocasiones y un ataque que no les hacía demasiado daño. Era pues la ocasión propicia para sumar un festín de goles, algo que hicieron Carrillo y un recuperado Alberto (6 goles cada uno), mientras que se quedó con las ganas un Jorge que últimamente lo único que celebra son fiestas de cumpleaños.

Y es una lástima que este jugador no se animara a subir al ataque, porque pocas oportunidades mejores va a encontrar para golear a un rival. A tal grado de ¿despelotismo? llegó el partido en su tramo final que los compañeros de Fran vieron con buenos ojos que el veterano guardameta actuara como portero-jugador, lo que únicamente sirvió para recibir aún mas goles de unos globulinos a los que les salía todo, y para que algún jugador azul pidiera antes de la hora que finalizara el suplicio. No hubo piedad, porque esto es el SuperDuelo, y hubo que esperar a que sonara la bocina y los rojos anotaran su decimoquinto gol para confirmar una victoria que les da un 2-0 de ventaja en este SuperDuelo. El próximo partido puede ser determinante.

Incidencias.

Partido disputado el Viernes 2 de Octubre a las 21:00 horas en la pista 12 del Barnés. Los jugadores circenses volvieron a lucir el azul en sus camisetas, tal y como sugirió/ordenó David en honor a su admirado Zlatan Ibrahimovic. El problema es que justo cuando se compró la camiseta de Ibra, este se fue al Barça y el que recaló en el Inter fue su poco estimado Eto'o. Casualidad o no, desde que se produjo el estreno de la prenda interista, en aquel partido en La Vega en el que Glóbulos Rojos empataban tras 8 minutos de descuento, los circenses han perdido los otros tres encuentros de SuperDuelo que se han disputado.

Ramón estará deseando que dure mucho tiempo la maldición de la camiseta, ya que él es un ganador insaciable, tal y como se pudo demostrar al finalizar el encuentro. Tan alto había sido el número de goles que nadie recordaba exactamente cual había sido el marcador, pero por si acaso el capitán rojo intentó colar el gol que él había anotado en una jugada en la que se había pitado fuera de banda (cuando su equipo ganaba ya de 6 o 7 goles), y si le hubieran dejado también habría intentado anotar un gol fantasma que hubo durante el partido y que finalmente no se dio. Tras recibir todo tipo de improperios de los humillados jugadores azules, y dado lo abultado del marcador, sus compañeros le convencieron para que no recurriera al comité de competición de la FFF estos goles, aunque existe la sospecha de que hay un pique galáctico con sus compañeros, ya que los 6 tantos marcados por Alberto y Carrillo le han quitado el pichichi, ya que Ramón logró (solo) dos. Y hablando de Alberto, hay que reconocer que, tal y como había prometido, trajo un nuevo balón para sustituir a los ya decrépitos Adidas de Fran y Ramón. La marca elegida por nuestro espigado amigo fue...Adidas, así que ya podemos dar la bienvenida a McDonalds 4.0. Lo curioso del caso es que en el futbol el jugador que anota tres goles se lleva el esférico a su casa, pero en este caso, y como recompensa por haber encajado 15 tantos, fue Fran el que regresó con los 3 balones en su maletero. ¿Uno por cada 5 goles encajados?