IX Liga Sevale. Partido 12
Campeones pese a todo.
Pasan diez minutos de las ocho de la tarde y el balón aún no rueda por la pista 12 del Barnés. Los jugadores esperan a que, en el otro lado de la banda, Nico complete su striptease y alguno exclama “¿Año nuevo?. ¡Pero si todo sigue igual!“. Es entonces cuando, quizá por aportar novedad, por despiste, o por aquello de empezar el año (futbolístico) con una prenda roja, el señor Miñarro se coloca una camiseta de ese color que tendrá que quitarse antes de que comience el decimosegundo partido de la IX Liga Sevale, ese que su equipo, que va de blanco, tendrá que ganar si no quiere ver el campeonato volar a la orilla de enfrente.Una orilla en la que los jurásicos colocan sus tumbonas para disfrutar de lo que parece que va a ser una cómoda victoria. El duelo es de una dirección y el 2-0 es un resultado lógico ante las dificultades pumeras para dar trabajo a un Fran que pronto abandonará el escenario por lesión. Será tras el 2-1 conseguido por Paco cuando el duelo se iguale en cuanto a la ausencia de guardametas, pero no curiosamente en el marcador. Juanba se convertirá en el protagonista ofensivo estirando el resultado hasta el 7-3, y Kike en su antagonista debido a su incapacidad para aprovechar sus claras ocasiones. Algo que, viendose ya con el campeonato en la sala de trofeos, sus compañeros se toman con sorna llamándole Toché.
Y es que faltan unos quince minutos y resulta difícil pensar que los blancos puedan lograr cinco goles, pero por qué no intentarlo. Es la hora de que los protagonistas pasen a ser los guardametas jurásicos...y todos suspenden. Josemi, Kike, y un David que, pese a su inicio desastroso, acaba firmando la parada de la noche (ver incidencias). Algo que, en cualquier caso, no le evitará formar parte de ese coladero que parece ser la defensa oscura. No son aún ni las nueve, los pumeros han culminado su remontada (7-8), y son ahora los dueños del partido, lo que lleva al renqueante Fran a regresar a la portería.
No servirá de mucho, el 8-8 será un breve preludio de dos nuevos goles de los blancos, al que seguirá, cuando pasan ya siete minutos de la hora, el 9-10, resultado que obligará a poner una límite de tiempo. Tres minutos más, ni uno más ni uno menos, para conseguir de la manera más difícil un título que podría haber sido mucho más sencillo. Y tres minutos más tarde, ni uno más ni uno menos, y después de un gol cantado salvado por Felipe bajo los palos, el esférico llegaría a un David cuyo ajustado disparo cruzado, tras estrellarse en el poste, acabaría entrando y determinando que el campeón es Jurassic Club. ¡Enhorabuena!
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