IV SuperDuelo. Partido 5
El ejercito rojo no tiene rival.
El partido 5 del IV SuperDuelo despejó las dudas que aún pudieran existir. Definitivamente Ramón ha descubierto la forma de ganar a Circo Aragonés. No ha sido algo que haya conseguido de la noche a la mañana, sino el resultado de un proceso que ha transformado a Glóbulos Rojos de un grupo de chavales que corrían y jugaban a su libre albedrío, a un ejercito de precisión que te asfixia lentamente hasta acabar con tu resistencia. Lejos quedan esos tiempos en los que al finalizar el partido el capitán del equipo rojo acusaba a los aragonesistas de encerrarse atrás para salir a la contra. Por aquella epoca nuestro amigo Ramón no acababa de aceptar que aún habiendo corrido más que el rival se fuera a casa con una derrota.Pero eso es pasado, el capitán globulino ha conseguido armar una plantilla de hombres y no de nombres, en la que cada uno sabe bien su papel. La idea es aprovechar la superioridad física para presionar en toda la cancha y robar la pelota, y en caso de perdida de balón regresar rápidamente a posiciones defensivas para evitar el contraataque rival. Y ese fue el guión de un partido en el que Circo Aragonés no se escondió. A pesar de comenzar perdiendo (0-1) los azules no descuidaron su defensa, y echando mano de la paciencia lograron abrir una brecha en la defensa globulina hasta lograr el empate (1-1). Sin embargo, nada más sacar de centro eran de nuevo los de Ramón los que se ponían por delante, merced a una recuperación en el centro del campo. Ese gol sí que hizo daño a los circenses, que a partir de ese momento vieron como su puerta parecía la de El Corte Inglés el primer día de rebajas. Una avalancha de goles provocados por una asfixiante presión globulina que Circo Aragonés quiso compensar ejerciendo también la presión. La diferencia de físico quedó en evidencia, y mientras que un solitario David naufragaba entre un mar de piernas rivales, un desorientado Fran veía con impotencia como el balón acababa casi siempre en sus redes.
Bien es cierto que, con el partido prácticamente perdido, los aragonesistas no se vinieron abajo y mostraron un encomiable espiritu de lucha que les llevó a marcar 5 goles más. Pero esa vehemencia a la hora de buscar la portería contraria llevó también a casi todos los jugadores circenses a regalar goles ridículos a su rival, incluido el guardameta Fran que solo aportó desorientación a la hora de actuar como portero jugador. Bien es cierto que todo esto ocurrió en los minutos finales y no pasó de ser mera anécdota, como lo fue el hecho de que se anulara por segunda vez en el partido un gol a Circo Aragonés tras un saque de esquina. Lo que no se puede considerar anecdótico es el primer tanto anulado, que tal y como explicaremos a continuación provocó bastante polémica. En cualquier caso, el 4-1 en el SuperDuelo a favor de Glóbulos Rojos es ya inamovible. Que vayan serigrafiando su nombre en el trofeo...
Incidencias.
Partido celebrado el 30 de Octubre de 2009 a las 22:00 horas en la pista 11 del Barnés. Un polémico encuentro en el que se anularon dos goles a Circo Aragonés. El segundo de ellos, ya irrelevante, se produjo en un saque de esquina que el portero Paco introdujo en su portería sin que nadie más lo tocara, motivo por el que fue anulado. Un vistazo a los reglamentos de 2007 y 2010, confirma que el gol directo de saque de esquina es legal (aunque no el de saque de banda), por lo que el tanto era válido aunque el portero no lo hubiera tocado. La otra anulación se produjo con 1-2 en el marcador, por lo que fue mucho más polémica. Otro saque de esquina desde la misma posición que Pablo remata a placer pero que Ramón anula por entender que habían solicitado el cambio de portero antes de que se produjera al saque. Aquí es irrelevante acudir al reglamento, que no refleja esta posibilidad de parar el partido.Solo queda, por tanto, esperar que los jugadores se pongan de acuerdo para evitar este tipo de situaciones con los cambios, aunque en el debate que se produjo al final no se llegó a dejar nada en claro para la próxima vez. Lo único que quedó claro es que el balón se quedó en la pista y nadie se dió cuenta, por lo que en el momento en que se redacta esta crónica no podemos asegurar con que esférico se disputará el próximo encuentro. Esperemos que el comando Pablo-Fran consiga rescatar a nuestro querido McDonals 3.0 (¿o era 4.0?). Seguiremos informando...